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3 consejos para que la alta gerencia logre una mejor cultura organizacional

Escrito por Jorge Gomez | oct 4

La alta gerencia o la dirección de una organización es un actor fundamental en el desarrollo de una cultura organizacional innovadora. Tanto en el sector privado como en el sector público, los directivos de una organización deben tener la visión de un ambiente laboral que les permita crear las condiciones para alcanzar la eficiencia y la eficacia en el desarrollo de los procesos.

 

“En el caso de las instituciones del Estado, se debe estar preparado constantemente para los cambios. La alta gerencia debe tener ese norte y tener en claro a dónde puede llevar a un organismo el Estado y lograr esa perspectiva estratégica que le permita posicionar a la empresa en el lugar que se merece”, comenta Jorge Gómez, catedrático de la Universidad Continental.

 

A continuación, te brindamos 3 consejos que deben tener en cuenta los altos directivos para fomentar una cultura organizacional exitosa en el sector público:

 

El compromiso de la alta dirección

 

El profesor Jorge Gómez considera que es fundamental que la alta dirección de una organización pública tenga un el compromiso y la voluntad de plantear una estrategia de innovar, desarrollar e instaurar cambios que permitan alcanzar mejores rendimientos. Lo mismo se aplica en el caso de una institución privada.

 

“Si la alta dirección no lo quiere, no lo van a hacer y van a permanecer en el mismo status quo como una empresa que solo camina porque tiene que caminar. Hoy las empresas, sean públicas o sean privadas, se deben atrever a realizar el cambio. Las empresas estatales deben ser estratégicas para lograr ser más competitivas”, aconseja el profesor Gómez.

 

Una relación abierta con los colaboradores

 

La relación entre la alta dirección y los colaboradores de una institución pública o privada “debe ser de doble vía, muy dinámica”, considera el profesor Gómez. Una relación abierta entre los distintos rangos jerárquicos de una organización genera motivación y confianza entre los colaboradores.

 

“Una alta dirección debe ser abierta y tener comunicación de doble vía, muy dinámica. Deben saber liderar, transmitir mensajes fáciles para que el cliente interno lo entienda rápidamente. El líder debe ser motivador y dar ejemplo de valores, ética. Esto generará que el colaborador esté dispuesto a mejorar por su organización”, asegura el profesor Gómez.

 

Acompañamiento al colaborador

 

Un error frecuente de la alta dirección es creer que solo una mejora económica genera motivación en los colaboradores. Sin embargo, también existen factores de suma importancia, como los programas de capacitación, en las que el colaborador se siente valorado y a la vez mejora sus conocimientos y su productividad en beneficio de la organización.

 

“Una buena relación entre la alta dirección y sus trabajadores hace que el clima laboral sea muy positivo en todo aspecto. El trabajador sentirá que hay un clima laboral que en el que lo escuchan y lo entienden, se motiva automáticamente, porque desarrolla habilidades sin que lo pidas. El sueldo no es clave para que un trabajador se sienta motivado”, sostiene Jorge Gómez, profesor de la Universidad Continental.

La alta dirección tiene un rol fundamental en el desarrollo de una buena cultura organizacional. El peor defecto que puede existir es el conformismo y la falta de ganas de innovar, considera el profesor Gómez. En un mundo tan cambiante, los procesos deben adaptarse de manera constante a los cambios.

 

“La falta de ganas de innovar, de estar sentado y no bajar al llano a interactuar con sus trabajadores o con sus colaboradores es uno de los peores errores. Es un error creer que ese estilo de gestión traerá mejores resultados. Un buen líder está motivando y transmitiendo el mensaje”, indica Jorge Gómez, catedrático de la Universidad Continental.

 

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