El presupuesto público es un instrumento de gestión del Estado para el logro de resultados a favor de la población, a través de la prestación de servicios y logro de metas de cobertura con equidad, eficacia y eficiencia por las Entidades Públicas.
El presupuesto público establece los límites de gastos durante el año fiscal, por cada una de las entidades del sector público y los ingresos que los financian, acorde con la disponibilidad de los fondos públicos, a fin de mantener el equilibrio fiscal.
El presupuesto por resultados (PpR), es una estrategia de gestión pública que permite vincular la asignación de recursos presupuestales a bienes y servicios (productos) y a resultados a favor de la población, con la característica de permitir que estos puedan ser medibles. Para lograrlo es necesario un compromiso de las entidades públicas, definir responsables, generar información, y rendir cuentas.
Gestión presupuestal en el Perú
En el Perú, la gestión presupuestal responde a una dinámica incremental de 81.9 mil millones en el 2010 a 168.1 mil millones en el 2019. El resultado es la duplicación del presupuesto nacional en un período de 10 años. Estos recursos están orientados a gastos corrientes de servicios públicos y gastos de inversión para proyectos asociados a servicios públicos.
El incremento sostenido en el presupuesto nacional debe representar la mejora sostenida de los servicios públicos (salud, educación, seguridad, residuos sólidos, transporte, entre otros). Sin embargo, los servicios públicos no cuentan con estándares de calidad y sus niveles de servicio son limitados, lo que viene provocando que los resultados esperados muestran indicadores negativos.
Los resultados asociados a la provisión de servicios públicos cuentan con un gran componente de insatisfacción en la ciudadanía: El nivel educativo en las escuelas es bajo, el servicio de salud carece de calidad (la anemia se mantiene por encima de 40% en niños menores de 3 años), la violencia familiar se ha incrementado, al igual que los casos de delincuencia y de feminicidio, el manejo de residuos sólidos es deficiente.
Ocurre lo mismo con la mayoría de servicios prestados por el Estado y los impactos que vienen generando en la calidad de vida de los ciudadanos.
Es necesario equilibrar los resultados positivos de la macroeconomía del país donde la dinámica del producto bruto interno (PBI) muestra una expectativa de crecimiento en promedio de 3% hacia finales del 2019. En cuanto a la economía familiar, que debe recibir la riqueza, en ingresos familiares con una dinámica similar, su situación aún no se refleja de esa manera.
Sistema Nacional de presupuesto público
Este sistema regulado por el Decreto Legislativo N° 1440 establece que el presupuesto del sector público se estructura, gestiona y evalúa bajo la lógica del presupuesto por resultados (PpR). Esta constituye una estrategia de gestión pública que vincula los recursos a productos y resultados medibles a favor de la población. Cada una de las fases del proceso presupuestario es realizada bajo la lógica del PpR, a través de sus instrumentos: Programas presupuestales, seguimiento, evaluación e incentivos presupuestarios.
El programa presupuestal es una unidad de programación de las acciones de los pliegos, las que integradas y articuladas se orientan a proveer productos para lograr resultados u objetivos estratégicos institucionales y permite operacionalizar la estrategia de PpR en el presupuesto del sector público.
El producto es el conjunto de bienes y servicios necesarios para el logro de los resultados u objetivos estratégicos institucionales y se definen en el proceso de diseño de los programas presupuestales orientados a resultados (PPoR) o del programa presupuestal institucional (PPI), según corresponda.
Retos por cumplir
Es necesario reforzar en la gestión presupuestal del Estado la lógica del enfoque de gestión por resultados (GpR). Porque es la forma de orientar los esfuerzos para conseguir un diseño eficiente en la provisión de servicios públicos, con estándares de calidad y niveles de servicio acordes a la demanda (valor público).
Por otro lado, determinar el nivel del logro de los objetivos de desarrollo, objetivos sectoriales y/u objetivos institucionales a nivel de efectos traducidos en resultados específicos que generen las condiciones para el logro de resultados finales en el largo plazo.
Para establecer cuáles son las brechas entre la gestión gubernamental y el logro de resultados, se cuenta con un instrumento valioso denominado evaluación presupuestaria. Este representa el análisis sistemático y continuo del desempeño en la gestión del presupuesto y en el logro de los resultados prioritarios y objetivos estratégicos institucionales, con el propósito de contribuir a la calidad del gasto público.
Por lo tanto, La evaluación es el análisis de la efectividad de las intervenciones respecto del resultado esperado, de la eficiencia asignativa, de la eficiencia en la provisión de los servicios, y de la eficiencia de los procesos de soporte críticos.
Es responsabilidad del Estado (gobierno nacional, gobiernos regionales y gobiernos locales), establecer los mecanismos para la mejora continua de la gestión presupuestal. En un marco de establecer los lineamientos necesarios para el logro de resultados en función la provisión de bienes y servicios públicos brindados por las entidades del Estado, que hayan mejorado sus estándares de calidad, sus características y su alcance acorde a la demanda de la ciudadanía.
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