Para trabajar en el Estado se necesitan aptitudes y capacidades especiales para contribuir al bienestar, beneficio y mejora de nuestro sistema social. En ese sentido, la Autoridad Nacional del Servicio Civil (SERVIR) ha definido cuáles son las competencias transversales que el servidor público debe tener.
A ello hay que agregarle una capacidad fundamental: la integridad, señala Andrés Corrales, docente de la Maestría de Gerencia Pública de la Universidad Continental.
"La integridad y las competencias transversales deben ponerse en acción en toda función o actividad que se desempeñe en el sector público, sea una labor de gestión interna o de atención directa a los ciudadanos", comenta.
A continuación, te detallamos en qué consiste cada una de ellas:
La integridad es un concepto altamente vinculado a la transparencia y, por ende, a la calidad de nuestro sistema democrático. La integridad que debe tener el servidor público no solo abarca la transparencia, sino también incorruptibilidad, decencia, profesionalismo, honestidad, neutralidad, confiabilidad, objetividad y respeto.
"La integridad es un valor fundamental que se necesita para trabajar en el sector público, puesto que se administran los recursos de todos los peruanos y ello requiere la búsqueda del bien común y no de intereses particulares. Como sabemos, este valor es más necesario que nunca en el Estado", sostiene el catedrático Andrés Corrales.
En 2017, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicó un estudio sobre la integridad en el Sector Público peruano donde se muestra que el país tiene uno de los niveles más bajos de transparencia en el Poder Ejecutivo. La OCDE recomendó algunas medidas como el fortalecimiento del marco normativo de control interno, fortalecer los sistemas de protección a denunciantes de actos de corrupción.
La vocación de servicio es la primera competencia transversal que debe tener el servidor público. Trabajar en el Estado implica tener una pasión por generar un cambio que beneficie la vida del ciudadano, es decir, un compromiso por atender las necesidades de otro incluso antes que las propias.
"La vocación de servicio significa que escuchamos y entendemos las necesidades de usuarios externos e internos y nos hacemos disponibles para dar respuesta a las mismas", comenta el profesor Corrales.
La vocación de servicio supone una entrega y un sacrificio que implica, muchas veces, dejar en un segundo término valores como la familia, el descanso y el justo ascenso social.
Otro aspecto fundamental es el trabajo en equipo. Uno de los grandes defectos del Estado ha sido su falta de organización y coordinación a nivel intersectorial. Con un eficiente trabajo en equipo, los procesos se agilizan en beneficio del ciudadano. Además, el nivel de integración de los engranajes del Estado, los cambios se apreciarán rápidamente.
"Por el trabajo en equipo se entiende que articulamos con las distintas personas y entidades para una mejor y más efectiva respuesta, evitando duplicidades e ineficiencias, así como superando la concepción de “islas”", sostiene el profesor Corrales.
Se trata de uno de los enfoques que propone la Nueva Gestión Pública. No solo se busca cumplir con los procedimientos de manera estricta, sino evaluar el nivel de satisfacción de los ciudadanos con los resultados de los proyectos ejecutados.
"Por la orientación a resultados nos preocupamos no sólo de desarrollar funciones o realizar actividades sino de lograr resultados medibles y relevantes, especialmente para los ciudadanos", explica el profesor Corrales.
Con un enfoque orientado a resultados, el Estado gana mayor proactividad y también eleva sus índices de aceptación social. Esto solo se logra ofreciendo servicios con altos niveles de calidad y superando uno mismo sus propios estándares de excelencia.
El profesor Corrales explica que recientemente SERVIR inició evaluaciones piloto del desempeño de los servidores públicos en varias entidades, pero con un enfoque en el cumplimiento de metas.
"No obstante, de forma implícita, hay algunas características necesarias para el cumplimiento de metas que son valoradas: la responsabilidad, el respeto, la búsqueda de la excelencia, la integridad y los comportamientos de las competencias transversales", sostiene.
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