El cambio climático viene generando una preocupación compartida a nivel global, ya que pone en riesgo toda forma de vida en la Tierra. Ello cobra mayor importancia debido a la aceleración de estas transformaciones y los impactos multidimensionales ocasionados.
En este artículo abordamos qué es el cambio climático, quienes son los grupos más afectados y algunas medidas recomendadas por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático – IPCC.
De acuerdo a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, se entiende por cambio climático el “cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables”[1].
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático – IPCC viene reportando desde 1990 informes periódicos de evaluación, afianzados en evidencia científica diversa, sobre este fenómeno; concluyendo que las personas somos los principales responsables en el calentamiento global, de ahí la denominación de “Antropoceno”.
El Sexto Informe de Evaluación “Cambio Climático 2022: impactos, adaptación y vulnerabilidad” menciona que “las actividades humanas, principalmente a través de las emisiones de gases de efecto invernadero, han causado inequívocamente el calentamiento global, con una temperatura superficial global que alcanzó 1.1° C por encima desde 1850-1900 hasta 2011-2020. Las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero han seguido aumentando entre 2010 y 2019, con contribuciones históricas y actuales desiguales derivadas del uso de energía no sostenible, el uso de la tierra y el cambio de uso de la tierra, estilos de vida y patrones de consumo y producción en todas las regiones, entre y dentro de los países, y entre individuos”[2].
Los cambios en la temperatura de la atmósfera terrestre están generando diversos impactos. El informe mencionado anteriormente señala que “el cambio climático causado por el hombre está afectando a muchos fenómenos meteorológicos y climáticos extremos en todas las regiones del mundo. Esto ha llevado a impactos adversos generalizados en la seguridad alimentaria y el agua, la salud humana y en las economías y la sociedad, y pérdidas y daños relacionados a la naturaleza y las personas”[3].
Menciona también, referido informe, que “las comunidades vulnerables que históricamente han contribuido menos al cambio climático actual se ven afectadas de manera desproporcionada”[4].
Igualmente, el mencionado Informe señala que los grupos que viven en condiciones de mayor precariedad son los que seguirán experimentando mayores vulnerabilidades frente al cambio climático, siendo una de ellas las desigualdades de género[5]. Así se plantea que “la vulnerabilidad es mayor en lugares con pobreza, desafíos de gobernabilidad y acceso limitado a servicios básicos, conflicto violento y altos niveles de medios de vida sensibles al clima (por ejemplo, pequeños agricultores, pastores, comunidades pesqueras) (nivel de confianza alto). La vulnerabilidad en diferentes niveles espaciales se ve exacerbada por la inequidad y la marginación vinculadas al género, la etnia, los bajos ingresos o una combinación de estos (nivel de confianza alto), especialmente para muchos pueblos indígenas y comunidades locales (nivel de confianza alto)”.[6]
En esa misma línea, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo-PNUD (2022) contempla la acentuación de las desigualdades entre las nuevas amenazas del actual contexto del Antropoceno, particularmente de los grupos que experimentan mayores injusticias: población en condición de pobreza, mujeres y niñas, población LGBTIQ+, personas desplazadas, etc. [7]
El IPCC reporta que con el incremento del calentamiento global las opciones de adaptación al cambio climático se vuelven menos efectivas y, que las acciones y políticas actuales de mitigación y adaptación no son suficientes.
En tal sentido, enfatiza en la adopción de soluciones profundas de mitigación (transición hacia cero emisiones de CO2) y adaptación multisectoriales, integradas, transversales, progresivas (a corto, mediano y largo plazo) y equitativas.
Lo mencionado implica un compromiso político real y compartido a nivel global, que se traduzca en cambios en la actuación gubernamental en materia de adaptación y mitigación, en concertación con los diferentes actores de la sociedad civil.
Del mismo modo, el IPCC exige de mayor financiamiento, cooperación internacional, así como la innovación, adopción, difusión y transferencia de tecnología.
Igualmente, reconoce la importancia que las acciones de mitigación y adaptación se articulen con otras medidas de justicia social, como por ejemplo la igualdad de género[8].
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[1] ONU Cambio Climático. (1992). Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Art. 1.
[2] IPCC (2023). Climate Change 2023: Synthesis Report. p. 42
[3] Idem p. 42
[4] Idem p. 42
[5] Entendidas como a lo largo del tiempo y en diferentes contextos, las sociedades a partir de la diferencia sexual entre hombres y mujeres han construido relaciones de poder que ubican regularmente a las mujeres como seres inferiores y subordinados con respecto a los hombres, vivenciando mayores injusticias en diferentes planos de la vida.
[6] IPCC (2023). Climate Change 2023: Synthesis Report. p. 51
[7] PNUD. (2022). Las nuevas amenazas para la seguridad humana en el Antropoceno exigen una mayor solidaridad. Panorama general, p. 5-6
[8] Idem. p. 101
* Magíster en Género, Sexualidad y Políticas Públicas. Profesional en ciencias sociales con experiencia senior en la conducción y gestión por resultados de proyectos, programas y políticas públicas en diferentes realidades y campos del desarrollo –impulsadas por entidades públicas, de la sociedad civil y organismos de cooperación internacional–; así como en la incorporación de enfoques de desarrollo sostenible, género, interculturalidad, inclusión social y derechos humanos.