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¿Cómo definir el liderazgo?

Escrito por Luis Chaves Bellido | ago 6

Liderazgo es, sin temor a equivocarme, el tema más estudiado, analizado y desarrollado por muchas escuelas de negocios a nivel global. Por eso, cuando la EPG de la Universidad Continental me invitó a participar como profesor del Diploma de Especialización en Alta Dirección y noté que una de las ponencias sería liderazgo, lo asumí como un reto.

 

La organización y transformación empresarial son dos de los principales temas desarrollados durante mi vida profesional y fue ahí donde encontré las mejores definiciones, hasta ahora, sobre el significado de líder y liderazgo. Aprovecho para compartirles dos de las más relevantes.


"La presencia de un líder en una organización puede ser como meter la mano en un balde de agua: ocupa espacio, puede hacer olas, puede salpicar agua del balde. Pero cuando sacas la mano del balde, no hay evidencia de que alguna vez hayas estado allí. Ese tipo de líder no queremos. Liderar las organizaciones debe ser como poner cemento en el balde. Metes la mano y cuando la sacas, la impresión queda. Ese es el legado que deja un líder detrás." (Modelo Baldrige)


“Los líderes pueden ser de 2 tipos: uno conquista el imperio, el otro construye los caminos. El líder que construye los caminos (establece procesos) deja un legado. Usted puede encontrar años y años después de que se vayan, que esos procesos todavía existen. La cultura que construyeron perdura y resiste la prueba del tiempo.


Con este norte, el siguiente paso era estructurar la presentación. En un principio pensé ir por el método tradicional, definiendo en el concepto de liderazgo para luego establecer los tipos de liderazgo y finalmente plantear mi experiencia profesional. Acudir a Internet para conseguir esta información y la cantidad obtenida fue abrumadora: 38 definiciones de liderazgo. Desarrollar el tema en base a esta propuesta resultaba tedioso y no aportaría algo diferente al curso. Entonces decidí ir más allá y me pregunté: ¿cuáles son los factores que permiten desarrollar el liderazgo de manera adecuada y sobre todo útil para las organizaciones y la sociedad?

Así desarrollamos una propuesta a la que llamamos: “gestando liderazgo” compuesta por 5 factores que pueden tener influencia en el desarrollo del liderazgo: identidad personal, identidad cultural, valores, habilidades blandas y habilidades duras. Cada uno de estos factores están estrechamente relacionados entre sí y van desarrollándose a través del tiempo, influyendo en la vida de las personas en mayor o menor grado. Revisemos cada uno de ellos.


1. Identidad personal


Patrón único de pensamientos, sentimientos y conductas de un individuo, esta se desarrolla y cambia a través del tiempo. En pocas palabras es la manera habitual que se comporta la persona y su alcance es individual y social. Consta de tres dimensiones:

 

  • Biológica: desde el ADN hasta su proceso de maduración.
  • Psicológica: facultades cognitivas, sentidos, memoria e inteligencia.
  • Social: familia, amigos, escuela, redes sociales, etc.

 

2. Identidad cultural

 

Es un sistema complejo de conocimientos y costumbres, rasgos distintivos, afectivos y espirituales que caracterizan a una sociedad o a un grupo social. Se transmite a las generaciones siguientes y se caracteriza por ser aprendida, compartida y dinámica. Es producto del aprendizaje que se incorpora durante toda la vida.

 

Los elementos que comparten las diversas culturas van desde los símbolos comunes, el idioma y la idiosincrasia, los valores que proveen un orden social, las leyes que regulan un determinado sistema de normas y sanciones, las costumbres, como música, vestimenta y comida y, por supuesto, el avance tecnológico.


3. Valores


Principios, virtudes o cualidades que caracterizan a una persona, una acción o un objeto que se consideran típicamente positivos o de gran importancia para un grupo social. Nos permiten convivir con otras personas de un modo justo con el fin de alcanzar un beneficio global como sociedad y van más allá de cualquier barrera cultural. Es importante señalar que los valores humanos tienen jerarquía, pueden presentar polaridad, son dinámicos e integrales.


4. Habilidades blandas

 

Son aptitudes no técnicas relacionadas a la manera en que trabajas, es decir, cómo interactúas con tus colegas, cómo resuelves los problemas y cómo gestionas tu trabajo. Son el resultado de una combinación de habilidades sociales, de comunicación, de forma de ser, de acercamiento a los demás, entre otras, que hacen a una persona dada a relacionarse y comunicarse de manera efectiva con otros. Pueden ser de tres tipos:

 

  • Genéricas o conductuales: requeridas por cualquier tipo entre las que destacan habilidades interpersonales, integridad, orientación al servicio, confiabilidad, etc.
  • Básicas o esenciales: se adaptan a la labor, es decir trabajo en equipo, asertividad, flexibilidad, creatividad, adaptabilidad.
  • Técnicas o funcionales: específicas al cargo, tales como manejo de conflictos, equipos, entrenamiento, emprendimiento y desarrollo.


5. Habilidades duras


Son los conocimientos y habilidades sobre un tema en específico que permiten que el trabajador desempeñe su puesto. Destrezas que se adquieren a través del conocimiento y la experiencia profesional. Pueden aprenderse mediante formación, evaluarse y acreditarse a través de una certificación o experiencia profesional. Pueden clasificarse en habilidades de administración de recursos y en habilidades técnicas.


Cada uno de los factores antes mencionados tiene una amplitud relativa a los otros, por supuesto la identidad personal y la identidad cultural son los de mayor amplitud, acorde con los principios de libertad y derechos humanos. Hoy por hoy se encuentran pocas restricciones en ambos.


En el caso de las habilidades duras, considerando los avances tecnológicos la amplitud de los mismos va a ser amplísima y considerando el desarrollo del metaverso podría llegar a niveles inimaginables


Cuando hablamos de habilidades blandas y valores el rango empieza a estrecharse especialmente en este último considerando que nuestro derecho termina cuando empieza el derecho de otros.

Finalmente, cabe recordar que el liderazgo es una actividad persona a persona. Dado que hay líderes, debe haber seguidores: individuos que adoptan las metas del líder temporalmente o estructuralmente y aceptan libremente su influencia. Ambos son necesarios, ¿cuál de ellos aspiras a ser tú? Si tu respuesta es ser líder, te invito a participar en la Maestría en Administración de Negocios (MBA)