Desde mediados del año 2017, la Contraloría General de la República anunció la implementación de un nuevo enfoque para ejercer la función de fiscalización sobre los gestores públicos: El control concurrente. Liderada por el contralor Nelson Shack Yalta, este nuevo modelo busca acompañar al gestor público y alertar ante inminentes riesgos durante la gestión de un proyecto.
Su aplicación busca agilizar la ejecución de los proyectos a nivel nacional y sobre todo en el caso de la Reconstrucción del norte de país. También se aplican en el caso de las Alianzas Público Privadas (APP) y las Obras por Impuestos (OxI).
A continuación, Luis Robas Sánchez, gerente de control de megaproyectos de la Contraloría General de la República, explicará más detalles sobre este novedoso modelo de control:
La función tradicional de la Contraloría General de la República (CGR) consiste en el control posterior a través de auditorías que se efectuaban una vez ejecutada una obra. Los funcionarios de la CGR cumplían una función que priorizaba la fiscalización y la identificación de responsables en ocasionar perjuicios al erario público. Sin embargo, la CGR ha virado en su enfoque a un rol más preventivo.
“Estamos virando nuestro enfoque poniendo un énfasis en alertas cuando las cosas se están dando, de tal manera que el gestor público pueda conocer cuando existe un riesgo de que algo salga mal. Esto permite corregir e interponer las acciones preventivas del caso y lograr que el proyecto, la infraestructura pública y el servicio público a los ciudadanos se brinde de manera adecuada”, explica Luis Robas Sánchez, gerente de control de megaproyectos de la Contraloría General de la República.
El control concurrente también viene siendo aplicado por la CGR en las APP y OxI. Para ello, según explica Luis Robas Sánchez, gerente de control de megaproyectos de la CGR, es necesario alcanzar una sinergia en todos los actores involucrados: sector privado, gestores públicos y CGR. A través de un adecuado trabajo en conjunto se lograrán llevar mejores servicios públicos a los ciudadanos.
“Es una buena oportunidad porque ha permitido que gestores de proyectos de distintos sectores nos unamos, y que nos quede claro que entre todos nosotros está el reto de generar y brindar nuestro grano de arena para que el proyecto se lleve adelante. Muchas veces actuamos divorciados. Si las Obras por Impuestos y las APP salen bien, todos ganamos y específicamente el ciudadano”, sostiene Robas Sánchez.
El modelo de control concurrente empezó a aplicarse desde setiembre del 2017. Luego de 6 meses, es decir en febrero del 2018, el contralor Nelson Shack reveló que se habían logrado ahorrar más de S/ 60 millones al Estado en pagos por penalidades, sobrecostos detectados a través de alertas de control, los cuales fueron advertidos y corregidos por los ejecutores públicos.
En junio de este año, gracias a una invitación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el contralor Nelson Shack viajó a Argentina y expuso los beneficios y los resultados de la aplicación del control concurrente en el Estado peruano ante los funcionarios de la Sindicatura General de la República Argentina. Se trata de un modelo de control que no solo está dando resultados, sino también viene siendo reconocido a nivel internacional.
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