La salud mental es fundamental para superar la crisis producida por el COVID-19. Para apoyar esta meta, la Escuela de Posgrado de la Universidad Continental organizó un Debate de Políticas Públicas donde se abordaron propuestas que buscan mejoras en el desarrollo de la salud mental en los peruanos.
Un destacado grupo de panelistas conformado por los doctores Kelly Castro Cisneros, Walter Humberto Castillo y Karen Pérez Maravi compartieron sus experiencias frente al tema. Así mismo, dieron a conocer los cambios estructurales que se vienen presentando tanto a nivel universitario como a nivel país. Entre sus principales aportes, estuvieron los siguientes:
Este proyecto viene siendo liderado por la Universidad Continental y busca generar valor en favor de la salud mental para la sociedad. La Dra. Karen Pérez Maravi valora este esfuerzo a partir de la necesidad de cubrir la gran demanda de primeros auxilios psicológicos que suceden durante la pandemia. A su vez, el programa se desarrolla mediante una plataforma virtual de manera sincrónica donde las personas pueden recibir información y apoyo en momentos de crisis (conócela aquí: calma.ucontinental.edu.pe).
Cuando hablamos de los jóvenes, hay que adaptarse a cada particularidad y debemos medir el impacto de las acciones que se realizan para favorecerlos. Es por ello que se crea La red de salud mental universitaria, que desde el inicio busca trabajar en programas de promoción y prevención de la salud, con el objetivo de empoderar a los universitarios y desterrar el estigma de la salud mental.
La Dra. Kelly Castro Cisneros hace énfasis en que se debe establecer como premisa el fortalecimiento de la red de salud mental universitaria con un enfoque comunitario que sea más asequible y cercano, de modo que no solo estén involucrados los profesionales médicos sino también las autoridades universitarias.
Esta iniciativa busca reducir la brecha existente sobre la oferta de servicios de salud mental en nuestro país, hecho que genera necesidades psicológicas no cubiertas. Sin embargo, se resaltan los diversos esfuerzos que vienen desplegando los centros universitarios para menguar esta realidad. La Universidad Nacional Mayor de San Marcos por ejemplo, viene desarrollando un Centro de Salud Mental para su comunidad Universitaria. Hecho que debería replicarse en toda la red de universidades peruanas.
El Dr. Walter Humberto Castillo, desde un punto de vista macro, comenta que la salud mental pasa por diferentes demandas. Es por ello que se han generado curvas psicosociales colectivas que permiten hacer un seguimiento a los comportamientos de la sociedad en conjunto frente al COVID-19.
Los seres humanos estamos equipados de emociones y estos son susceptibles de fallar. Desde un plano biológico, se debe gestionar la salud mental enfocándose en 2 niveles: el interior y el social, dado que las emociones juegan un papel principal en las relaciones humanas.
Debemos de seguir afianzando la salud mental en las personas, más aún, frente la situación actual que se vive, dado que pueden llegar a resquebrajar hasta a la persona más resiliente. Por ello, es importante comenzar a identificar y no patologizar las emociones negativas como: el miedo, ansiedad o tristeza. Reconociendo cuando estas emociones podrían convertirse en discapacitantes y luego actuar en torno a ello.
Si quieres conocer más sobre el tema expuesto y de los aportes de nuestros destacados profesionales en la salud mental, puedes revivir la ponencia en este gráfico interactivo.
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