Ya habíamos tratado anteriormente el concepto de forma de Estado[1] señalando que se define a través de los niveles de descentralización existentes en un país determinado. Así mismo, hicimos la distinción entre los estados federales, estados unitarios y definimos algunas categorías intermedias. Como resultado, los estados federales gozan de una descentralización muy intensa, otorgando una amplia autonomía a sus unidades federadas, que siguen estando integradas en un Estado, lo cual los distingue de las confederaciones.
Este concepto debe distinguirse con claridad de la forma de gobierno, el cual se encuentra referido más bien a la naturaleza del Poder Ejecutivo, distinguiéndose básicamente entre república y monarquía. Finalmente, la forma de Estado y de gobierno deben diferenciarse del concepto de sistema de gobierno, el cual se encuentra referido a la intensidad en que la separación de poderes se manifiesta, donde encontramos el régimen presidencial y el régimen parlamentario, con las diversas formas intermedias existentes, como el semipresidencialismo.
Y para hacer la distinción más interesante vamos a emplear la saga de Star Wars y en particular las referencias que tenemos en las películas y en las series respecto al funcionamiento de la República Galáctica, que en la ficción dirige los destinos de buena parte de los sistemas que la componen y que luego sería reemplazada por el Imperio Galáctico desatando la guerra civil que todos conocemos. Es importante anotar que ya la doctrina constitucional y jurídica peruana se ha ocupado antes de este importante asunto[2].
Así, cada entidad federada designaba un senador que la representaba ante el Senado Galáctico, que era la máxima autoridad deliberativa de la Galaxia. No parece existir una regla unívoca para la designación del senador por dicha entidad federada. De hecho, Padme le comentó a Anakin que la entonces Reina de Naboo le pide ser senadora una vez que aquella dejó el cargo de Reina de dicho planeta[3]; con lo cual, por lo menos en Naboo, el cargo de senador/a es designado y no elegido.
Existen varios casos de senadores que han formado parte del Poder Ejecutivo de su planeta. El caso más conocido sea posiblemente el de Bail Organa que inicialmente era senador del planeta Alderaan[4], para luego convertirse en Rey[5]. Esa es la razón por la cual Leia tiene el título de Princesa de dicho planeta[6] y reemplaza a su padre adoptivo en el cargo de senador/a por Alderaan, en este caso cuando la Galaxia ya era gobernada por el Imperio.
Es posteriormente, como resultado de las Guerras Clon (Clone Wars) y el supuesto complot Jedi, que la República Galáctica se transforma en un Imperio con la anuencia del Senado[8], con las características que ya conocemos, una monarquía autoritaria, en la cual el periodo de gobierno no se encuentra limitado. Ello a diferencia de lo que ocurría con diversas monarquías dentro de la Galaxia, que sí se encontraban claramente limitadas en el tiempo. Posteriormente el Emperador Palpatine disuelve de manera ilegal el Senado (cualquier semejanza con realidades recientes y no tan recientes en nuestro país es mera coincidencia), concentrando por completo el poder en la Galaxia[9].
A su vez el título de Canciller es empleado en algunas repúblicas parlamentarias para designar al jefe de gobierno o primer ministro, como ocurre por ejemplo en Alemania. Asimismo, el Canciller interactúa frecuentemente con el Senado, del cual pareciera ser su presidente[11], dejando el cargo de senador del planeta al cual representaba antes de su elección. Como señalamos anteriormente, el cargo de senadora de Naboo fue ocupado por Padme Amidala de manera posterior.
Sin embargo, un elemento clave del parlamentarismo no está presente en el sistema de gobierno galáctico, que es la dualidad del Poder Ejecutivo[12]. Es decir, recordemos que en un sistema parlamentario el Jefe de Estado (que puede ser un Rey o un Presidente) es una persona diferente al Jefe de Gobierno, que es algo que no ocurre en este caso, puesto que Canciller posee ambas prerrogativas, lo cual es más propio de régimen presidencial[13] que del régimen parlamentario.
En este sentido, estamos frente a un sistema de gobierno bastante atípico, que tiene elementos de presidencialismo, pero también del régimen de asamblea. Este último se caracteriza en primer lugar por el hecho de que solo el Parlamento es elegido por voto popular, con lo cual sería una modalidad de parlamentarismo. Sin embargo, la categoría de Jefe de Estado formalmente no existe, siendo que el Poder Ejecutivo en su totalidad proviene necesariamente del Parlamento o es designado por él.
Este era caso de la Convención Francesa (formada en plena Revolución) y actualmente, de Suiza, que es denominado régimen directoral en este último caso[14]. Los regímenes comunistas poseen este sistema también[15], en particular el sistema soviético, que ya ha desaparecido en la actualidad, siendo que hoy en día, tenemos la presencia de régimen de asamblea en el caso de China, Cuba y de Corea del Norte, entre otros países.
No parece entonces ser un sistema de gobierno muy eficiente, salvo el caso de Suiza, que además efectuó algunos necesarios ajustes a su régimen político en la reforma constitucional efectuada en el año 1999. Lo que ocurre es que un régimen con este diseño requiere del contrapeso (balance) que es generado por la existencia de un jefe de Estado (sea un presidente o un monarca), que sí se encuentra presente en el régimen parlamentario más clásico.
En el caso de Suiza el Poder Ejecutivo es más bien un colegiado (Consejo Federal) lo cual permite equilibrar el poder que podría eventualmente asumir el Gobierno si es que tiene dominio sobre la Asamblea. A ello debemos añadir que el mandato del Consejo Federal no puede ser revocado por el Parlamento, no existiendo propiamente la moción de censura o de falta de confianza, lo cual le otorga estabilidad al régimen político de Suiza[16], a diferencia de lo que ocurría en la República Galáctica.
Finalmente, dicha ausencia de un debido contrapeso al interior del Poder Ejecutivo de la Galaxia fue el que permitió, además de otras circunstancias concurrentes, que Palpatine pudiera sumir plenos poderes durante la Guerra Clon en primer lugar, sustentados en la situación de emergencia, y luego de manera más autoritaria una vez que ella concluyó, convirtiéndose en emperador, con las consecuencias perniciosas que ya conocemos.
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[1] https://blogposgrado.ucontinental.edu.pe/las-formas-de-estado-y-la-organizacion-descentralizada
[2] Revisar por ejemplo: MORALES LUNA, Felix - Star Wars y la Fuerza del Derecho. Publicado en: https://www.parthenon.pe/actjur/breaking-the-law/star-wars-y-la-fuerza-del-derecho/. También: MONGE MORALES, Gonzalo J. - May the Law be with you: Star Wars y el Derecho. Publicado en: https://www.enfoquederecho.com/2015/12/26/may-the-law-be-with-you-star-wars-y-el-derecho/
[3] Episodio II, El Ataque de los Clones.
[4] Episodio II, El Ataque de los Clones.
[5] Rogue One, Un historia de Star wars.
[6] Episodio IV, Una Nueva Esperanza.
[7] Serie Clone Wars, ver también: Episodio III, la Venganza de los Sith.
[8] Episodio III, la Venganza de los Sith
[9] Episodio IV, Una Nueva Esperanza.
[10] AMIDALA: (angrily) I will not defer...I have come before you to resolve this attack on our sovereignty now. I was not elected to watch my people suffer and die while you discuss this invasion in a committee. If this body is not capable of action, I suggest new leadership is needed. I move for a "vote of no confidence"...in Chancellor Valorum's leadership. Episodio I, La Amenaza Fantasma. El subrayado es nuestro.
[11] Serie Clone Wars, Episodio III, La Venganza de los Sith.
[12] https://blogposgrado.ucontinental.edu.pe/los-sistemas-de-gobierno-el-regimen-parlamentario
[13] https://blogposgrado.ucontinental.edu.pe/el-sistema-presidencial-o-presidencialismo
[14] DUVERGER, Maurice – Teoría de la Constitución. Barcelona: Ariel, 1979, p. 321 y ss.
[15] LOEWENSTEIN, Karl – Instituciones Políticas y Derecho Constitucional. Barcelona: Ariel, 1962, p. 100.
[16] GUZMAN NAPURI, Christian - La Constitución Política: Un análisis funcional. Lima: Gaceta Jurídica, 2015, p. 526.