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Formación para suscribir contratos del sector electricidad

Escrito por EPG Universidad Continental | dic 9

"Los tiempos que se avecinan requieren conocimientos fuera de lo usual"

En los últimos cuatro años la prensa económica ha hecho un gran despliegue de noticias y comentarios sobre el sector electricidad, donde se ha difundido como temas de fondo dos puntos: que existe una sobreoferta que no amerita nuevas inversiones en producción (generación) y que se puede obtener muy buenos precios en las transacciones de compra de energía tratando con diversos proveedores que hay en el mercado.

 

Las dos afirmaciones citadas son verdades que deben evaluarse teniendo presente cuatro puntos:

 

1. Sobreoferta de capacidad y de producción.

2. Diferenciación de precios de la oferta existente.

3. Tiempo hasta cuando existirá la sobreoferta.

4. Razones del comportamiento de los precios.

 

Sobreoferta es de capacidad con producción limitada

 

 

 

 

La sobreoferta hay que mirarla distinguiendo entre capacidad (potencia), que viene ser el tamaño de las unidades de producción (generadoras) y la producción (energía) que pueden desarrollar. Por ejemplo, en el caso de las hidroeléctricas dependen mucho de la hidrología (lluvias) y tanta en éstas como en las termoeléctricas, de los mantenimientos programados y de las indisponibilidades fortuitas (fuera de servicio inesperadas).


Cuando se compara en unidades de potencia, se tiene una sobreoferta del 71%, pero cuando se hace en unidades de energía, el excedente entre lo que se puede producir y el consumo (demanda) se reduce al 50%. En ambos casos no estoy tomando en cuenta la reserva, es decir, la capacidad que es necesaria tener para eventos especiales, como la parada del Complejo Hidroeléctrico del Mantaro o la salida de servicio del gasoducto Camisea-Lima. La reserva está normada luego de evaluar cuantitativamente hechos como los citados, habiéndose determinado que debe ser del orden del 33%.


Teniendo en cuenta la reserva, la sobreoferta de potencia se reduce a 38% y la de energía a 17%. Es claro que en estas condiciones las excedencias propagandistas como sobreoferta no son tan significativas como se presentan. Esta situación se agrava cuando se hace una diferenciación del excedente por su costo de producción.

 

La sobreoferta de bajo costo es pequeña

 

 

Es indispensable conocer las excedencias de capacidad y de producción, diferenciando las unidades de bajo y alto costo. Las primeras corresponden a aquellas que utilizan agua (hidroeléctricas) o un combustible de bajo costo como el gas natural o el carbón; mientras que las segundas son las que utilizan petróleo diésel. La diferencia de costos de producción es enorme, oscila entre 5.7 a 8.3 veces.


Haciendo el uso de los costos señalados, el excedente de producción de bajo costo se reduce a tan solo 4%. Esto significa que habría posibilidades de atender el consumo, pero cuando se exceda el 4% respecto a los registros del año 2019, hoy disminuidos en 6.7% por la pandemia; se tendrá un incremento de precios a nivel de producción del orden de 5.7 veces. Una inquietud valedera es preguntarse si esta situación se puede dar en el corto plazo.

 

La sobreoferta de bajo precio se acabará a fines del 2022

 

 

Es importante utilizar cifras de organismos oficiales para hacer pronósticos de la demanda de energía, en este caso es el Comité de Operación Económico del Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (COES), que agrupa a productores (generadores privados y estatales), transportistas (transmisores), distribuidores y grandes usuarios (consumos 5,000 veces de un domicilio).


Según el COES, en el año 2021 no solo se recuperará el consumo que se tuvo en el año 2019, sino que lo superará en 5.1%. En esas condiciones con un crecimiento de la demanda del orden del 4% en el 2022, la oferta de bajo costo se habrá terminado en ese año y dado que no ha existido inversión nueva, la cual retarda no menos de 3 años de ponerla en servicio; en el 2023, se tendrá un salto abrupto de precios de los usuarios que han estado comprando en bajo precio, que puede ser del orden de 75% en promedio a nivel de productor, que se reflejará en un 42% en la factura mensual.

 

Razones del bajo precio actual que pueden cambiar pronto

 

 

Los bajos precios que se vienen ofreciendo desde el último trimestre del 2016 a los usuarios libres, que son aquellos que superan los 200 KW (100 veces el consumo de un hogar), se deben a retiros que hacen generadores y distribuidores en el mercado donde se transan excedentes, llamado mercado spot.


Lo primero que se puede inferir es que ante el exceso de oferta el precio cae, lo cual es cierto, el punto es saber si hasta el punto que han caído, corresponde a una realidad o a una distorsión. La realidad es lo segundo y la razón reside en una normativa que data de hace 20 años, hoy anulada por sentencia de una Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, luego de haberse planteado una Acción Popular. Corresponde al Ministerio de Energía y Minas, emitir en plazo perentorio una nueva normativa, que está en compás de espera desde fines de agosto pasado.


Hoy, el margen bruto de los que hacen transacciones de compra en el mercado spot y venta a usuarios libres, es significativo, van desde el 100% hasta 350%. El cambio de normativa va a llevar a que el precio de compra en el mercado spot se incremente en 50% y habrá que ver cómo reaccionarán los agentes que han estado vendiendo a usuarios libres a bajo precio. Esto significa que puede haber cambios importantes en los precios en el próximo año, sin llegar a la situación de escasez de oferta de bajo precio que se va experimentar a finales del año 2022.

 

Los retos para los contratos de suministro que se vencen

 

 

Actualmente existen 1,333 contratos de suministro eléctrico con personas jurídicas, de los cuales cerca del 80% se vencen hasta el año 2022. El incremento de precios es inexorable, y de lo que se trata es negociar con información y formación, las mejores condiciones para un horizonte de mediano plazo, 10 años es lo usual.


El precio es una variable, pero también lo son las posibilidades de variar la potencia contratada, lo reajuste asociados a las valoraciones de los precios en el mercado spot, las fórmulas de reajuste relacionadas con inflación americana, índices de precios al por mayor, precios al consumidor y al tipo de cambio.


Tener pronósticos del comportamiento de estas variables en el tiempo serán herramientas importantes para tener un planeamiento de costos de las empresas y evitar los cambios abruptos que pueden generar graves impactos en las cuentas.


Está claro que estamos en un momento con complicaciones que amerita tener conocimiento de las condiciones contractuales que se plantean y del entorno en las que se están dando, con mayor prolijidad que en años anteriores. Por ello, te invitamos a conocer nuestro Programa de Especialización en Derecho Ambiental aquí.