Una idea errada, aunque frecuente, es que la gestión de recursos humanos en las entidades públicas es un asunto de interés únicamente para las oficinas de recursos humanos, quienes se centran solo en aspectos operativos, como la administración de la planilla o el control de asistencia, y que no tiene nada de estratégico.
La perspectiva sobre la gestión de personas en el sector público está cambiando y ahora cobra más relevancia lo estratégico, tan es así, que consolidar un sistema moderno de recursos humanos en el Estado es una de las llaves que nos abrirá una de las puertas para el ingreso a la OCDE.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico-OCDE, reúne a las 35 economías más importantes del mundo, que representan el 80% del PBI mundial. A este grupo pertenecen los países más desarrollados del mundo. De América Latina, sólo México y Chile han logrado acceder a este espacio.
El Perú ha manifestado formalmente su interés de acceder a la OCDE y ésta aprobó un Programa País, nos visitó y elaboró estudios con recomendaciones para alcanzar estándares de países OCDE en diversas materias, entre ellas en gobernanza pública, que comprende la gestión estatal de recursos humanos.
Ingresar a este “club de buenas prácticas” permitirá al país contar con asesoría permanente para mejorar políticas públicas y aprender de países desarrollados; nos exigirá elevar los estándares de calidad de servicios en beneficio de la ciudadanía y es una carta de presentación para atraer inversión extranjera.
Pero no somos el único país de América Latina interesado en incorporarse a este espacio. Colombia, que empezó antes que nosotros está muy avanzado en su proceso y Argentina -que lo inició después- está haciéndolo rápido y de forma firme y sostenida. Es importante que aceleremos la marcha.
En un sistema de recursos humanos con perspectiva estratégica, los procesos de recursos humanos ayudan de forma efectiva a las entidades al logro de objetivos estratégicos. La forma en que se hacen los perfiles, se selecciona al personal, se evalúa, desarrolla y retribuye, todo apunta al logro de objetivos.
En el Sector Público, un sistema de recursos humanos con esa mirada, es implementado a través de un servicio civil profesional. Precisamente el Informe de la OCDE sobre Gobernanza Pública [1] titula el capítulo sobre recursos humanos “Construcción de un servicio civil estable y profesional en el Perú”. (p.205).
El Informe de la OCDE es muy claro al respecto: “Un servicio civil estable y profesional es fundamental para el desempeño del gobierno en todas las áreas”; “un servicio civil estable y profesional basado en la meritocracia es un prerrequisito para garantizar que los ciudadanos reciban una atención justa y equitativa en todo el país”. (p.206).
La herramienta para avanzar en la construcción de un servicio civil profesional es la Ley del Servicio Civil, que introduce meritocracia en el Estado y cuya implementación está a cargo de la Autoridad Nacional del Servicio Civil-SERVIR.
A decir de la OCDE “estas reformas, una vez implementadas, colocarán al servicio civil del Perú en el camino hacia la convergencia con los servicios civiles de alto desempeño de los países de la OCDE.” (p.207).
[1] OCDE (2016), Estudios de la OCDE sobre Gobernanza Pública: Perú: Gobernanza integrada para un crecimiento inclusivo, Editions OCDE, Paris.El informe de la OCDE señala que estamos en buen camino, pues “felicita al Perú por su agenda para la reforma del manejo de los recursos humanos y recomienda que el Perú continúe con su implementación”. (p.3).
Con este aliento, necesitamos no detener la marcha y avanzar más decididamente, lo que supone el respaldo de todas las instituciones y la ciudadanía a este proceso. Mejorando los recursos humanos del Estado, estaremos más cerca de ingresar a la OCDE.
Y en este esfuerzo, con un mejor servicio civil, profesional y meritocrático, mejoramos las políticas y servicios públicos, lo que nos beneficia a todos.