Blog - Escuela Posgrado - Universidad Continental

Gobernanza y gobernabilidad en la gestión pública

Escrito por Leonor Suarez Ognio | nov 25

En los últimos cincuenta años, el estado moderno ha transitado desde una burocracia cada vez más grande y especializada hacia la denominada Nueva Gestión Pública, que promueve la participación del sector privado en la prestación de servicios públicos e incorpora al aparato administrativo prácticas gerenciales del sector privado.

Adicionalmente, la más reciente ola de modernización nos presenta a la gobernanza pública como mejor medio para alcanzar la eficacia en la gestión. Esta tendencia global incluye no sólo profesionales y formas distintas a la burocracia tradicional, sino promueve la coordinación multinivel y atrevidamente incorpora a las personas comunes y corrientes en los espacios de toma de decisiones públicas. 

 

Quizás una de las notas más distintivas sea precisamente la inclusión de quienes tradicionalmente han sido vistos sólo como beneficiarios de las políticas, promoviendo ahora el pleno ejercicio de su ciudadanía. 

 

El carácter paternalista, y a veces patrimonialista, de la administración ha sido desafiado por esta perspectiva que invita al funcionario a escuchar atentamente y debatir con otras instituciones y otros niveles de gobierno cuál es la mejor manera de resolver los problemas. 

La gobernanza como modelo de organización del estado

La gobernanza pública es principalmente promocionada en nuestro país por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). El estudio de la OCDE sobre la gobernanza pública en el Perú identifica diferentes oportunidades para mejorar el desempeño de las funciones del estado para la prestación de mejores servicios para todos los ciudadanos.

 

Recomienda, apoyar la reforma del servicio civil, organizar la planificación estratégica, profundizar la transparencia (incluso con el uso de guías para la desclasificación de la información), incrementar el uso de la tecnología, fortalecer la autonomía de entidades descentralizadas, etcétera.

 

Gobernanza y descentralización

Cuando la Constitución Política incluye el planeamiento concertado, lo hace recogiendo las mejores experiencias de gobernanza para que los actores de una determinada zona puedan sentarse a planificar su futuro y decidir sobre las vocaciones del territorio. 

 

La concertación implica escucharse y llegar a entenderse a pesar de las diferencias. Formular y aprobar el plan de desarrollo regional concertado con las municipalidades y la sociedad civil, así como aprobar el plan de desarrollo local concertado con la sociedad civil, son competencias constitucionales de gobiernos regionales y locales que incorporan una fuerte alineación con los conceptos de gobernanza.

 

Así se busca que quienes requieren invertir capital, generar producción y empleo y hacer negocios en un territorio; compartan la mesa con quienes planifican el desarrollo y así encontrar oportunidades de crear sinergias positivas. 

 

Busca también que quienes habitan, sufren y disfrutan el territorio, tomen conjuntamente con sus autoridades, las mejores decisiones sobre su uso; y que quienes sufren las carencias o limitaciones en educación, salud, transporte, justicia, busquen la mejor combinación de prioridades para el uso de sus recursos. 

Gobernanza y solución de conflictos

La gobernanza territorial puede lograr que los actores políticos, sociales y empresariales se sienten a la misma mesa, todos del mismo lado, y analicen los problemas de manera conjunta. No unos frente a otros, no unos contra otros, sino juntos frente a los desafíos; respetándose y tratándose de igual a igual.

 

Un estado que no tuviera que mandar ministros a recibir pedidos o firmar actas sino que escuchara y orientara a cada representante social en cada oficina de la administración pública, recibiendo su demanda, respondiendo de inmediato a la misma, explicándo el proceso y el tiempo que podría tomar que se haga realidad su pedido. Lograr ello requiere ser tratado como un ciudadano por otro ciudadano. 

 

Gobernanza y ciudadanía

Ciudadanía: ese concepto que los funcionarios y servidores públicos suelen usar para pensar en los otros, pero difícilmente en ellos mismos; pero que significa que es obligación de cada individuo de cumplir y respetar las leyes y los contratos; sea que se trate de un ministro, un congresista, un juez, un empresario o un comunero. 

 

Ciudadanía es actuar sin privilegios, es ese someterse todos a las mismas reglas, con el mismo trato y la misma oportunidad de ser recibidos y escuchados. Esa confianza que se genera cuando todos conocemos los espacios y los límites y dejamos que cada uno haga su parte. 

 

La ciudadanía requiere de un ejercicio constante de todo el sector público, que enseñe con el ejemplo. Los funcionarios públicos están más obligados que cualquier otro peruano o peruana a cumplir y hacer cumplir la ley. No pensando en la gestión actual; sino actuando como representantes del estado del cual forman parte, con idénticos derechos que el poblador de la zona más alejada de Lima. 

Gobernabilidad 

La gobernabilidad como capacidad de gobernar es una situación resultado de la suma de recursos disponibles y clima social y político favorable. 

 

El adecuado y transparente manejo de las finanzas públicas para la satisfacción de las necesidades básicas de la sociedad; el funcionamiento de un sistema político y electoral que permita a los votantes encontrar sus opciones; un sistema de seguridad ciudadana y de justicia que brinden la confianza necesaria para salir a la calle o adquirir una propiedad sin miedo a lo que pueda pasar; son los elementos de la construcción de un estado moderno y los indicadores que definen el grado de gobernabilidad de un país.

 

Si un par de ellos, por ejemplo la justicia o la seguridad no existen, la gobernabilidad está en déficit. Si se suma el mal funcionamiento del sistema político y del sistema electoral, podría caer en crisis. Y si todos los elementos que la componen desaparecen, la situación cambia de nombre; se configura un escenario de ingobernabilidad.

 

Conocemos y podemos medir cada uno de estos elementos. Podemos conocer el grado de gobernabilidad que tenemos y esforzarnos más en los puntos más débiles. La mejor forma de conseguir resultados sociales y políticos es la gobernanza. 

 

Ahora que conoces más sobre gobernanza y gobernabilidadpara conseguir una mejor ciudadanía, puedes dar el siguiente paso con una Maestría en Gerencia Pública. Conoce más aquí.