La diversidad cultural es una de las principales características que poseemos colectivamente. Esta se expresa en la convivencia de diferentes pueblos que comparten un mismo territorio, un idioma, ideas, valores y prácticas sociales, entre otras expresiones culturales afines. A la fecha, se cuenta con el registro oficial de 55 pueblos indígenas ubicados en los Andes y la Amazonía del Perú.
No obstante, a pesar de que la pluralidad étnica es un elemento fundamental, a lo largo de nuestra historia han persistido expresiones estructurales de discriminación. Estas han generado asimetrías culturales, económicas, sociales y políticas hacia ciertos grupos; especialmente los pueblos indígenas andinos y amazónicos, así como de la población afrodescendiente. Ello se evidencia, por ejemplo, en la reciente I Encuesta nacional sobre percepciones y actitudes sobre diversidad cultural y discriminación étnica racial.
A nivel internacional, diferentes normas reconocen la discriminación étnica como un problema público que debe ser atendido por los Estados. Esto, no solo para garantizar la protección y promoción de los derechos, sino porque se advierte que esta es injusta e impide la convivencia social. Entre ellas destacan la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas.
En ese mismo objetivo, el Estado Peruano ha aprobado una serie de leyes y medidas específicas que reafirman su compromiso de abordar esta problemática. Desde la Constitución Política del Perú vigente, pasando por el Acuerdo Nacional, hasta la creación del Ministerio de Cultura, la aprobación de la Política Nacional de Modernización de la Gestión Pública - PNMGP, el Plan Estratégico de Desarrollo Nacional - PEDN y la Política Nacional para la Transversalización del Enfoque Intercultural - PNTEI, entre otros logros.
El enfoque intercultural es una de las perspectivas claves en la gestión pública, para impulsar el desarrollo y la democracia. Este “implica que el Estado valorice e incorpore las diferentes visiones culturales, concepciones de bienestar y desarrollo de los diversos grupos étnico-culturales para la generación de servicios con pertinencia cultural, la promoción de una ciudadanía intercultural basada en el diálogo y la atención diferenciada a los pueblos indígenas y la población afroperuana”.[1]
Cabe indicar que, la interculturalidad se interrelaciona estrechamente con otros enfoques actuales de desarrollo (como el de derechos humanos, género, inclusión, etc.). Para aspirar al desarrollo humano sostenible, se debe entender este como un proceso integral y multidimensional, donde las generaciones presentes y futuras, en su pluralidad, son el núcleo neurálgico de todos los esfuerzos por ampliar sus oportunidades y libertades, así como promover el ejercicio de sus derechos.
Es importante recordar que la apuesta central del Estado moderno y de la gestión pública orientada a resultados está direccionada al servicio de la ciudadanía en su diversidad, siendo la inclusión parte de su visión.
“El Estado busca asegurar en todas sus acciones que todos los ciudadanos tengan igualdad de oportunidades en el acceso a sus servicios y en la elección de sus opciones de vida, buscando cerrar las brechas existentes. Procura brindar a todos los ciudadanos, servicios de calidad y en la cantidad necesaria para satisfacer sus necesidades”.[2]
De otra parte, la Política Nacional para la Transversalización del Enfoque Intercultural tiene como objetivo “orientar, articular y establecer los mecanismos de acción el Estado para garantizar el ejercicio de los derechos de la población culturalmente diversa del país, particularmente de los pueblos indígenas y la población afroperuana, promoviendo un Estado que reconoce la diversidad cultural innata a nuestra sociedad, opera con pertinencia cultural y contribuye así a la inclusión social, la integración nacional y eliminación de la discriminación”.[3]
Además, establece los siguientes ejes y lineamientos:
| Ejes de política | Lineamientos |
| EJE 1: Fortalecer la capacidad de la gestión intercultural del Estado peruano | Lineamiento 1: Desarrollar una institucionalidad para transversalizar el enfoque intercultural en las políticas públicas, planes, programas y proyectos de los sectores, organismos constitucionalmente autónomos, y gobiernos regionales y locales. |
| Lineamiento 2: Garantizar estándares de calidad en la prestación de servicios públicos a la ciudadanía que cumplan con criterios pertinentes a las realidades socioculturales y lingüísticas de los diversos grupos culturales. | |
| EJE 2: Reconocimiento positivo de la diversidad cultural y lingüística | Lineamiento 1: Promover y gestionar la producción de información y conocimiento sobre la diversidad cultural del país. |
| Lineamiento 2: Promover la salvaguarda de los saberes y conocimientos de las distintas culturas del país, valorizando la memoria colectiva de los pueblos. | |
| EJE 3: Eliminación de la discriminación étnico-racial | Lineamiento 1: Garantizar el derecho a la igualdad, no discriminación y prevención del racismo. |
| Lineamiento 2: Promover la formación de ciudadanos y ciudadanas interculturales. | |
| EJE 4: Inclusión social de los pueblos indígenas y la población afroperuana | Lineamiento 1: Promover la atención de los pueblos indígenas y la población afroperuana desde un enfoque intercultural. |
| Lineamiento 2: Garantizar el ejercicio de los derechos colectivos de los pueblos indígenas mediante la consolidación del marco jurídico y el fortalecimiento de la institucionalidad en materia de interculturalidad. |
Por otro lado, mencionar que la Política Nacional para la Transversalización del Enfoque Intercultural es de aplicación obligatoria en toda la administración pública, en sus diferentes niveles y según sus competencias, siendo un instrumento orientador para la sociedad civil y el sector privado.
Adicionalmente, es el Ministerio de Cultura la instancia encargada de plantear las medidas necesarias para que pueda implementarse progresivamente, y del seguimiento y monitoreo, informando periódicamente a la ciudadanía.
Para concluir, es necesario reconocer la importancia de la interculturalidad en nuestra convivencia cotidiana y en los diferentes espacios de socialización, así como la necesidad de sumar esfuerzos y recursos por parte de todos los actores de la sociedad para promover una justicia cultural como parte fundamental del desarrollo y la democracia.
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[1] Política Nacional para la Transversalización del Enfoque Intercultural, 2015, p. 6.
[2] Política Nacional de Modernización de la Gestión Pública, 2013, p. 6.
[3] Política Nacional para la Transversalización del Enfoque Intercultural, 2015, p. 12.
* Magíster en Género, Sexualidad y Políticas Públicas. Profesional en ciencias sociales con experiencia senior en la conducción y gestión por resultados de proyectos, programas y políticas públicas en diferentes realidades y campos del desarrollo –impulsadas por entidades públicas, de la sociedad civil y organismos de cooperación internacional–; así como en la incorporación de enfoques de desarrollo sostenible, género, interculturalidad, inclusión social y derechos humanos.