Neurociencia aplicada al aprendizaje: 6 tips para aplicar en el aula

María Isabel León
Por: María Isabel León
Directora del Área de Educación de la Escuela de Posgrado de la Universidad Continental
Publicación: 11 agosto, 2025

Durante décadas, la educación tradicional se basó en la repetición mecánica y en modelos de enseñanza homogéneos para todos los estudiantes. Sin embargo, la investigación neurocientífica demuestra que el aprendizaje es un proceso activo y profundamente influido por factores emocionales, sociales y físicos.


La neurociencia del aprendizaje, también conocida como neuroeducación o neurodidáctica, busca entender cómo aprende el cerebro y cómo optimizar ese proceso.


Los avances en neuroimagen, estudios de plasticidad cerebral y descubrimientos sobre neurotransmisores han demostrado que no todos aprendemos de la misma manera, y que nuestras emociones, entornos y experiencias influyen directamente en la capacidad de adquirir y retener conocimiento.


Aplicar principios neurocientíficos en el aula cambia radicalmente la dinámica de aprendizaje. No se trata solo de hacer clases más “divertidas”, sino de diseñar experiencias que optimicen la atención, la memoria y la motivación de los estudiantes. Y para lograrlo, necesitamos ir más allá de la teoría y llevar la ciencia directamente al salón de clases. Veamos algunos tips de cómo aplicar principios neurocientíficos al aula. 

neurociencia-aprendizaje-tips-clases-2

1. Generar ambientes positivos


En principio, es necesario entender que se debe generar un ambiente positivo en el aula de clases. Provocar la generación de emociones en los procesos de enseñanza y despertar la atención de los estudiantes a través de estímulos positivos. Cuando los estudiantes saben que pueden equivocarse sin miedo al ridículo, se arriesgan más intelectualmente y participan con mayor entusiasmo.


2. Las emociones como motor de la memoria


La ciencia ha demostrado que las emociones son un motor para la memoria. La dopamina, la serotonina y la oxitocina —neurotransmisores asociados al bienestar— mejoran la plasticidad cerebral y, por tanto, la capacidad de aprender.


Puedes activar emociones positivas con anécdotas relacionadas con el tema, preguntas curiosas o retos creativos. Ciertas emociones negativas, como la sorpresa ante un problema inesperado, también pueden disparar la atención y ayudar a recordar mejor la solución. 


Lo importante es gestionar estas emociones para que actúen como impulso y no como bloqueo. Un estudiante interesado, emocionado o retado de forma constructiva es un estudiante que aprenderá más y mejor.

neurociencia-aprendizaje-tips-clases-3

3. Estímulos sensoriales variados


El cerebro recuerda mejor cuando la información se presenta de forma multisensorial. Escuchar, ver y manipular refuerza la codificación de recuerdos.
Integra experiencias que combinen lo visual, lo auditivo y lo táctil: desde mapas conceptuales llenos de color hasta pequeños experimentos manuales o grabaciones de audio que los alumnos pueden escuchar. Estas prácticas no solo aumentan la comprensión, sino que también mantienen la atención durante más tiempo.


4. El movimiento como aliado del cerebro: actividad física y pausas activas


La neurociencia ha comprobado que el ejercicio físico mejora el flujo sanguíneo cerebral, favorece la neurogénesis y aumenta la atención.


En sesiones largas, incluye pausas breves para estiramientos o pequeños retos de movimiento. Esto, lejos de “perder tiempo”, revitaliza la mente y mejora la concentración para la segunda parte de la clase.

neurociencia-aprendizaje-tips-clases-5

5. Dosifica el tiempo


Es también una buena estrategia el estructurar las clases distribuyendo el aprendizaje en periodos cortos a lo largo del tiempo disponible, de modo que la información pueda consolidarse en la memoria de los estudiantes. 


Conectar el conocimiento de las sesiones de clase con experiencias y conocimientos previamente impartidos, facilita el nivel de comprensión y retención de nueva información.


En la práctica, esto significa planificar bloques de 15-20 minutos con un objetivo claro, seguidos de actividades de repaso o aplicación inmediata.


6. Retroalimentación positiva para maximizar resultados


Finalmente, utiliza instrumentos de evaluación formativos que permitan monitorear el progreso real de los estudiantes y adaptar los procesos (en caso deban ajustarse) y ofrecer retroalimentación constructiva.


La retroalimentación constructiva es más eficaz cuando se ofrece de manera inmediata, específica y positiva. Esto no implica ignorar los errores, sino abordarlos como oportunidades de mejora.


El refuerzo positivo de logros pequeños mantiene alta la motivación y predispone mejor al cerebro para el siguiente reto.

neurociencia-aprendizaje-tips-clases-1
Aplicar la neurociencia del aprendizaje no significa llenar la clase de experimentos o gadgets tecnológicos, sino alinear la enseñanza con el funcionamiento natural del cerebro.


Al combinar ambientes positivos, estimulación multisensorial, gestión emocional, actividad física, colaboración y retroalimentación constructiva, no solo mejoramos el rendimiento académico: transformamos la experiencia educativa en algo más humano, motivador y significativo.

 

¿Estás listo para revolucionar tu práctica educativa? Solicita más información sobre la Maestría en Gestión e Innovación Educativa y descubre cómo puedes convertirte en un líder del cambio educativo, aplicando ciencia de vanguardia para crear aulas donde cada estudiante pueda alcanzar su máximo potencial.

Nueva llamada a la acción

suscribete-continental-final

Suscríbete

Recibe nuestro contenido registrándote con tu email y mantente informado con los artículos más relevantes de la semana.

 

Al enviar sus datos, usted acepta haber leído los términos y condiciones de la Política de Privacidad.