El aprendizaje en la infancia constituye un pilar fundamental en el desarrollo integral de los individuos, sentando las bases para su crecimiento cognitivo, emocional y social. Abordar las dificultades de aprendizaje de manera temprana es esencial, ya que permite implementar intervenciones efectivas.
En este artículo explicaremos qué son los problemas de aprendizaje, cómo reconocerlos, la dislexia y la discalculia como los trastornos más comunes y la importancia de abordar las dificultades de aprendizaje de manera temprana.
Los problemas de aprendizaje son dificultades para adquirir o procesar información. Estas dificultades pueden afectar diferentes áreas del aprendizaje, como la lectura, la escritura, las matemáticas o la atención.
Es importante reconocer que los problemas de aprendizaje no son una señal de falta de esfuerzo o motivación por parte del niño o niña. Son una condición que requiere una atención especializada y estrategias adecuadas para ayudarlo a superar las dificultades.
A continuación, se presentan algunos signos de alerta que pueden indicar un problema de aprendizaje:
Los trastornos específicos del aprendizaje más comunes son la dislexia y la discalculia. Exploremos cada uno de ellos.
La dislexia es un trastorno específico del aprendizaje escolar que se identifica cuando los niños y niñas no pueden comprender lo que leen; situación que es posible detectar dentro de los dos primeros años de escolaridad básica.
La dislexia afecta la habilidad de una persona para leer, escribir y deletrear correctamente. Debido a ello, las personas con dislexia pueden tener dificultades para reconocer palabras escritas, recordar la ortografía correcta de las palabras, y pueden experimentar lentitud en la lectura.
La discalculia es un trastorno específico del aprendizaje escolar que se identifica cuando los niños y niñas no pueden comprender el sentido e intencionalidad de las operaciones matemáticas; situación que es posible detectar dentro de los dos primeros años de escolaridad básica.
Las personas con discalculia pueden tener dificultades para comprender conceptos numéricos, reconocer patrones matemáticos, organizar información matemática y realizar cálculos aritméticos.
Una de las categorías más olvidadas dentro de los sistemas educativos de América Latina es el niño del aprendizaje lento. Este término es utilizado para describir a un niño que tiene dificultades para aprender a un ritmo similar al de sus compañeros.
Estos niños pueden tener problemas para comprender y procesar la información, para mantener la atención o para recordar lo que han aprendido. Debido a que sus características no corresponden con los criterios diagnósticos más conocidos, estos niños y niñas suelen no suelen ser atendidos.
Si no se identifican y abordan de manera oportuna, los problemas de aprendizaje pueden tener un impacto negativo en el desarrollo académico, social y emocional del niño. Por ejemplo, un niño con dislexia puede tener dificultades para seguir el ritmo de sus compañeros en la escuela, lo que puede provocar frustración, ansiedad y baja autoestima.
Existen diversas estrategias que pueden ser efectivas para ayudar a los estudiantes a superar los problemas de aprendizaje. Algunas de estas estrategias incluyen:
Además, es importante fomentar un ambiente de apoyo y comprensión, donde el niño o niña se sienta seguro y motivado para enfrentar los desafíos. La colaboración entre padres, maestros y profesionales especializados también es fundamental para garantizar el éxito del estudiante en su proceso de aprendizaje.
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