En marzo de 2020, el mundo entero experimentó de primera mano lo que significa vivir en un planeta interconectado: un virus detectado en una ciudad de China se convirtió en semanas en una pandemia global que paralizó economías, sistemas de salud y la vida cotidiana de miles de millones de personas.
Esta crisis nos recordó una verdad fundamental: en materia de salud, las fronteras son cada vez más difusas y los desafíos sanitarios de un país pueden convertirse rápidamente en problemas de toda la humanidad.
Pero, ¿qué es exactamente la salud global y por qué es tan relevante hoy? En este artículo exploramos este campo dinámico que está transformando la manera en que entendemos y abordamos los desafíos sanitarios del siglo XXI.
La salud global es el estudio, la investigación y la práctica que busca mejorar la salud y alcanzar la equidad sanitaria para todas las personas en el mundo.
La salud global reconoce que los determinantes de la salud trascienden las fronteras nacionales y requieren soluciones cooperativas y multidisciplinarias. Por ello, involucra a una amplia gama de actores, incluyendo gobiernos, organizaciones internacionales, organizaciones no gubernamentales, la sociedad civil y el sector privado.
Además de establecer puentes de conexión entre los determinantes globales y la salud, esta nueva categoría va más allá de las enfermedades para preocuparse por temas como los derechos humanos, la justicia social y la equidad sanitaria.
La salud global es hoy más importante que nunca por una combinación de factores que hacen que los problemas sanitarios ya no puedan entenderse —ni resolverse— dentro de las fronteras de un solo país. En resumen: vivimos en un mundo hiperconectado, vulnerable y desigual, donde los riesgos y las soluciones se comparten.
Viajes, migraciones, comercio y cadenas globales de suministro hacen que un brote local pueda convertirse en una crisis mundial en días.
La salud global importa porque la seguridad sanitaria de un país depende de la seguridad sanitaria de todos. Ignorar los sistemas de salud en otras regiones deja "puertas abiertas" a nuevas variantes y brotes que eventualmente cruzarán fronteras.
La salud global también es un tema de economía y seguridad. Las grandes inequidades en salud desestabilizan economías y pueden generar conflictos geopolíticos.
El cambio climático es considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la mayor amenaza para la salud de la humanidad en el siglo XXI.
Este es un pilar central de la salud global moderna. Reconoce que la salud humana está inseparablemente ligada a:
Cuidar el medio ambiente y la sanidad animal es, en la práctica, medicina preventiva para humanos.
Más allá de las pandemias, la salud global enfrenta retos que ningún país puede resolver solo:
Nunca tuvimos mejores capacidades para colaborar. La ciencia y la tecnología han abierto posibilidades sin precedentes: sistemas de vigilancia digital, inteligencia artificial aplicada a epidemiología, vacunas de producción acelerada, telemedicina, entre otras.
Como hemos visto, la salud global es hoy más importante que nunca porque vivimos en un mundo donde nuestras vidas están interconectadas. Compartimos riesgos, pero también soluciones. Entender la salud desde esta perspectiva nos permite anticipar amenazas, reducir desigualdades y construir un futuro más seguro y resiliente para todos.
Si este tema te impulsa a comprender más a fondo los desafíos globales, el Doctorado en Salud Pública y Salud Global de la Escuela de Posgrado de la Universidad Continental puede ser el siguiente paso en tu trayectoria.
El doctorado está diseñado para formar investigadores capaces de analizar problemas complejos, comprender sus interconexiones y proponer soluciones innovadoras basadas en evidencia. El futuro de la salud global necesita voces preparadas: la tuya puede ser una de ellas. ¡Solicita más información!