Un equipo de alto rendimiento es aquel que logra resultados en periodos cortos y cuyos esfuerzos y sinergias individuales tienen un efecto multiplicador dentro de la organización.
Sin embargo, para convertir a un equipo de trabajo en uno de alto rendimiento es importante que sus integrantes cumplan roles complementarios y no roles que al ser repetitivos, perjudicarán el desempeño del equipo.
Cuando un equipo ha logrado identificar quienes cumplirán determinados roles, va a lograr un alto rendimiento. Puedes tener a los mejores profesionales en un equipo de trabajo pero si no trabajan de manera complementaria, se pueden tener problemas en el logro de resultados.
Los equipos de alto rendimiento se pueden elaborar a nivel de áreas o a un nivel de altos mandos. Para ello, es importante que la organización realice test de personalidad que le permitan identificar los perfiles de cada uno de sus colaboradores de tal manera que se puedan integrar para lograr resultados. Darle un rol equivocado a una persona podría generar problemas.
A continuación, te explicamos cuáles son los perfiles de personalidad que necesitas en tu equipo para convertirlo en uno de alto rendimiento.
Este es el perfil natural del líder del equipo. No solo es capaz de organizar y conectar ideas, sino también de elaborar sistemas de trabajo y elaborar sus componentes. El colaborador de perfil frontal izquierdo tiene conceptos claros y está interesado en planificar el trabajo a manera general y administrar los recursos que le van a permitir lograrlo.
La persona que lleva la batuta, el control, el liderazgo, debe ser una persona confrontacional, que tengan en claro los objetivos. Esta persona debe cumplir con su trabajo y estar detrás de todos los integrantes del equipo para que los tiempos se ejecuten. Su perfil confrontacional puede generar algunas incomodidades en el equipo, pero se debe entender que está priorizando los objetivos.
El colaborador con el perfil de frontal derecho es desinhibido y genera diversas alternativas de trabajo. La creatividad es su característica primordial. Siempre está dispuesto a aportar ideas y conceptos nuevos que le llaman la atención y también está pensando en posibilidades futuras. Su tarea consiste en encontrar los medios para adaptar la realidad a los objetivos propuestos.
A los frontales derechos se les ocurren muchas cosas y van soltando ideas. Esas personas son importantes que aparezcan en el equipo porque los demás suelen ser muy conservadores o respetuosas y se cohíben al momento de proponer ideas. Los frontales derechos tienen una personalidad disruptiva y no le importa dar ideas que, incluso, puedan parecer irracional.
Son aquellos que se sienten cómodo siguiendo un orden preestablecido y que simplemente necesitan ejecutar. Son eficaces y perfeccionistas, prestan mucha atención a los detalles y a las secuencias de ejecución de las tareas. Prefieren trabajar de manera concreta que de manera abstracta con personas e ideas. Están seguros de que aportan mejor produciendo de manera confiable.
¿Quién va a ser la persona que se va encargar o conseguir información? Hay personas que tienen contactos, que son innovadoras, su fuerte es meterse a cualquier base de búsqueda y consiguen mucha información que otros no pueden.
También existen personas que pueden ser innovadoras y creativas pero caen en las tareas operativas. Comienzan a postergar eso y procrastinar. Por ello, el papel del basal izquierdo es de suma importancia.
Su labor en el equipo es la de crear armonía, conexiones y buena voluntad. Saben leer las comunicaciones no verbales, tienen sensibilidad a los cambios de humor de los compañeros y buscan facilitar la interacción entre los integrantes del grupo. Son más emotivos que emocionales y también brindan motivación. Son encargados de brindar el clima emocional para el adecuado funcionamiento del equipo.
El basal derecho es aquel que genera unión, empatía y motivación. No debe enfrentar al líder porque debe entender que su rol es hacer que las cosas se cumplan en tiempo. Sin embargo, si debe buscar que solucionar los malos entendidos generados por el líder. El basal derecho no puede cumplir la función de líder porque sus altos niveles de empatía no le permitirán tener el temple necesario para dirigir el equipo..
Existen test de personalidad como el BTSA que sirve para diagnosticar la personalidad de cada colaborador. Utilizar este test al interior de la organización permitirá tener un mapeo de los perfiles de personalidad de cada trabajador y así organizar equipos de trabajo que logren un alto rendimiento y permitan alcanzar objetivos.
Sin embargo, existe una condición fundamental para lograr el alto rendimiento: Un equipo de alto rendimiento no se genera de manera espontánea ni por suerte. Tiene que ser causado. Condición fundamental es que el jefe o el líder conozca de esto y que busque que en el equipo se den los roles necesarios para eso.
Los equipos de alto rendimiento suelen ser transversales a la organización y su éxito amerita que la fórmula de trabajo sea replicada por los demás colaboradores.
Ahora que conoces qué perfiles son necesarios para tener un equipo de alto rendimiento, te invitamos a revisar nuestra Maestría en Recursos Humanos y Gestión Organizacional.