La pandemia del COVID-19 fue el factor que consolidó el nacimiento de entornos frágiles, ambiguos y volátiles que generan un nivel alto de ansiedad, hoy reconocidos bajo el acrónimo BANI. Esta incertidumbre que reta a los líderes a solucionar innumerables crisis imprevisibles resalta la importancia del asesoramiento de un coach como una guía para el liderazgo de las organizaciones.
El coaching resulta muy beneficioso cuando una organización se enfrenta a una crisis y necesita apoyo para superarla. Muchas veces hacer frente a un escenario de alto caos requiere la suficiente flexibilidad del líder como para mejorar su juego, renovar su mentalidad, enfocarse o desarrollar nuevas habilidades de liderazgo para desempeñarse mejor.
El coach no soluciona, más bien, es básicamente, un proceso conversacional, basado en acompañar a un coachee por medio de preguntas que lo desafían, sacándolo de su zona cómoda. Esta dinámica permite desarrollar su potencial por completo, reflexionando, ganando nuevas perspectivas, abriendo su mapa mental y aprendiendo a cambiar viejos hábitos y esquemas que no le están ayudando a lograr lo que quiere en los ámbitos que desea mejorar.
La digitalización de los procesos de las compañías y el teletrabajo implementados para promover el distanciamiento social han permitido agilizar el acceso al coaching. Hoy las asesorías se pueden realizar desde cualquier lugar donde la persona se encuentre. Este atributo de la virtualidad es muy valioso durante un escenario de crisis.
Si bien las crisis son situaciones que se incuban con el tiempo, su estallido suele ser repentino y requiere de respuestas rápidas y dinámicas. Alinear a los líderes de una organización en torno a la solución de un desafío es hoy mucho más práctico gracias a la tecnología.
Entre las principales ventajas del coaching virtual se encuentran:
Después de algunas sesiones será importante calcular cuál es el valor que aporta el coaching al líder y, en consecuencia, a la organización. Para dar respuesta a esta interrogante, María del Carmen Castro, docente del Programa de Certificación en Coaching Profesional, cita el trabajo de CCL (Center for Creative Leadership por sus siglas en ingles), una ONG con 50 años en la investigación y desarrollo de liderazgo.
Según María del Carmen Castro, existen cuatro aspectos estratégicos para revisar el éxito de un programa de coaching. Estos indicadores se miden sobre la base de las habilidades adquiridas después de un periodo. Al finalizar su entrenamiento, el líder debería hacer desarrollado las siguientes destrezas:
El coaching es una herramienta útil que transfiere habilidades valiosas y amplía la visión de los líderes de las organizaciones. Ya sea en contextos de inestabilidad o en periodos más seguros, el impacto de esta disciplina se refleja directamente en el cumplimiento de objetivos.
Si eres un profesional con perfil de líder o si deseas afinar tus habilidades de liderazgo, te invitamos a conocer nuestro Programa de Certificación en Coaching Profesional, diseñado para formar coaches que comprendan los desafíos de las organizaciones y motiven a la acción para abordar los cambios constantes que se generan en estas. Para saber más sobre el programa, ingresa aquí.