En las últimas décadas, las empresas mineras han enfrentado diversos desafíos. Algunos surgieron vinculados a temas socioambientales y económicos, mientras otros se produjeron en el contexto de los cambios tecnológicos provocados por la innovación digital disruptiva en todas las industrias.
Hacer frente a estos retos y alcanzar un avance en los indicadores de productividad nos obliga a reflexionar sobre el modelo de negocio minero: este debe contemplar la estrategia corporativa y operativa dentro de un contexto de valores con orientación a la sostenibilidad, la responsabilidad social y la actividad de innovación con foco en los procesos.
Si a lo anterior le sumamos que en la actualidad vivimos en un entorno VUCA, donde los cambios son cada vez más rápidos y el futuro se presenta con mucha incertidumbre, se vuelve imperante la necesidad de reflexionar de forma totalmente diferente sobre las opciones disponibles.
Las gerencias de todos los sectores industriales enfrentan una presión cada vez mayor para hacer de la transformación digital una de las prioridades estratégicas y así aprovechar las oportunidades que ofrece la digitalización. La industria minera no es la excepción.
Este proceso cobra aún más relevancia para el sector si reconocemos el gran potencial que tiene para cambiar la naturaleza de las empresas mineras y lograr la sincronización de las partes interesadas en cada eslabón de la cadena de valor del negocio.
Es posible que la industria minera logre avances significativos a través de innovaciones digitales y tecnológicas que les permita a las empresas tener un giro diferente. Si nos enfocamos en robustecer la dimensión tecnológica en los procesos mineros productivos y administrativos, para contribuir con el desarrollo de la innovación, lograremos obtener resultados sostenibles y mejoras en la productividad del negocio.
Hablamos de minería 4.0., una minería donde el foco son las actividades de innovación. Esta es la única forma en que las empresas lograrán mantener su permanencia en el mercado actual. Un claro ejemplo de esto fue lo vivido a raíz de la pandemia por la COVID-19: las empresas innovadoras pudieron continuar con sus actividades gracias a las nuevas formas de hacer las cosas, la innovación y las tecnologías.
Según datos del World Economic Forum – The future of Jobs survey 2020, se espera que para el 2025 las empresas adopten tecnologías organizadas. La computación en la nube, los macrodatos y el comercio electrónico son de alta prioridad. Se evidencia también un incremento significativo en el interés por el cifrado de datos, lo que resalta, a su vez, las nuevas vulnerabilidades de nuestra era digital.
Estos patrones de adopción tecnológica varían según el tipo de industria. Si nos centramos en el sector minero, el análisis de grandes datos (Big data analytics), el internet de las cosas y dispositivos conectados (Internet of things and connected devices), la automatización industrial, los drones y los robots no humanoides (non-humanoid robots) son de alta prioridad; por lo que el 90% de las empresas expresaron su probabilidad de adoptar dichas tecnologías. En segundo orden crece el interés por la adopción de la computación en la nube (Cloud computing), el cifrado de datos, la seguridad cibernética y la inteligencia artificial. Todas estas con miras al 2025.
Si nos centramos en el informe Top 10 business risks and opportunities for mining and metals in 2022 de Ernst & Young Global, lo digital y la innovación (digital and innovation) es uno de los 10 factores de riesgo que enfrentan los operadores mineros. Si evaluamos la tendencia, notaremos que en el 2021 se registró como el riesgo 9 y en el 2022 pasó a ser el riesgo 7. Lo digital se ha convertido en una parte integral de hacer negocios en minería y metales.
Se visualiza también un impulso para buscar, desarrollar e implementar nuevas tecnologías con perspectiva más amplia a medida que las empresas mineras responden a un enfoque acelerado en ESG (factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo) de los mercados de capital.
Las empresas planean aumentar su inversión en transformación digital y también están comenzando a darse cuenta del valor de la innovación para ayudarlas a diversificar su enfoque y diferenciarse.
Por otro lado, el informe de Deloitte 2021 establece que la minería del futuro no sólo se centra en transformar las operaciones en "minas digitales", sino que aborda los aspectos críticos para lograr el éxito en la transformación organizacional más amplia.
Bajo este sentido la minería del futuro o minería inteligente debe transformar la manera cómo se toman las decisiones, enfocarse en adquirir las nuevas habilidades que necesitan las empresas mineras, forjar una relación sincronizada con su fuerza laboral y las comunidades presentes en su entorno y centrarse en llevar a cabo los procesos mineros de manera diferente para desbloquear el valor en la cadena del negocio minero.
Por tanto, en las empresas mineras, generar valor a partir de las inversiones en tecnología sigue siendo un desafío. El aprendizaje está en prueba y error, las soluciones puntuales actualmente implementadas están en evaluación, continúa la revisión del valor de la inversión inicial y se siguen recolectando lecciones para construir una plataforma práctica sobre cómo abordar y diseñar la arquitectura de estas nuevas formas de gestionar los procesos mineros.
Sin embargo, otras empresas mineras se encuentran todavía en modo de planteamiento del problema, sin enfoque en la integración y sincronización de los procesos mineros.
¿Cómo prepararse para superar los retos mencionados? La respuesta es y siempre será la educación. Por ello, en la Escuela de Posgrado de la Universidad Continental hemos desarrollado la Maestría en Gestión de la Minería; la cual te ayudará a adquirir una visión estratégica del negocio minero y desarrollar competencias de gestión para la toma de decisiones, considerado la actual globalización y las tendencias del sector. Conoce más sobre la maestría aquí.