La integración cada vez más profunda de la inteligencia artificial en nuestras vidas plantea interrogantes fundamentales sobre el futuro del trabajo. ¿La IA reemplazará a los humanos?
En este artículo, abordamos la definición de trabajo, cómo impactan las tecnologías exponenciales (como la inteligencia artificial) en el mercado laboral y los diferentes niveles a tener en cuenta al orientarnos hacia un futuro del trabajo más centrado en el ser humano.
Para Gary Bolles, Chair for the Future of Work en Singularity University, el trabajo se compone básicamente de tres elementos: problemas, habilidades y tareas.
Primero, hay problemas que deben ser resueltos. De acuerdo a su complejidad, podemos representarlos como piedritas (problemas pequeños que cada uno de nosotros puede resolver individualmente) o grandes rocas (problemas realmente grandes que requieren equipos y mucha más energía humana para ser resueltos).
Para resolver los problemas, realizamos tareas. Por ejemplo, si tenemos un montón de piedritas, podríamos tomar una pala y recogerlas. ¿Y cómo realizamos esas tareas? Pues, tenemos habilidades humanas.
Así es como funciona el trabajo: son habilidades humanas aplicadas a tareas para resolver problemas. Entender esto es fundamental al analizar el impacto que las tecnologías exponenciales pueden tener en el futuro del trabajo.
Pensemos en los seres humanos como la oferta (habilidades, personas capaces de resolver problemas) y en el trabajo como la demanda (problemas que la gente quiera pagar para que se resuelvan). Para Bolles, en un mundo ideal siempre habrá una buena correspondencia entre los problemas a resolver y las habilidades humanas.
Sin embargo, actualmente el “tsunami de la inteligencia artificial” ―como llama Boles a la ola de herramientas que comenzó con ChatGPT― ha generado incertidumbre respecto a este equilibrio.
Muchas personas consideran que la IA y la automatización podrían reemplazar a los humanos. Para Bolles, este pensamiento refleja una mentalidad de escasez[1]. Es verdad que las nuevas tecnologías siempre han impactado en el trabajo, pero también es verdad que siempre hay nuevas oportunidades a ser creadas.
Retomemos lo mencionado líneas arriba: podemos entender el trabajo como habilidades humanas aplicadas a tareas para resolver problemas. Las tecnologías en sí no hacen desaparecer los puestos de trabajo, simplemente automatizan tareas. Para Bolles, desaparecer un puesto de trabajo es una decisión humana y podemos tomar mejores decisiones, como la de crear nuevas oportunidades de trabajo.
Entonces, el verdadero reto gira en torno a cómo podemos crear nuevo trabajo y asegurarnos de que sea un trabajo significativo y bien remunerado para los seres humanos. Peter Diamandis llamaría a esto una mentalidad de abundancia.
Si en lugar de una mentalidad de escasez aplicamos una mentalidad de abundancia a la forma en que aprovechamos estas herramientas, seremos capaces de ayudar a crear nuevo trabajo, nuevo valor para los seres humanos y una enorme cantidad de oportunidades.
Frente al escenario planteado, el gran reto que tenemos como humanidad es pasar de resolver los problemas de ayer a resolver los problemas de mañana y garantizar que todos tengamos las habilidades necesarias para hacerlo. Lograr este cometido requiere esfuerzos a diferentes niveles.
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[1] Bolles abordar este concepto en su libro The Next Rules of Work.
* Este artículo ha sido elaborado en base a la ponencia “The Future of Work in a World Fueled by AI”, brindada por Gary A. Bolles el 7 de noviembre de 2023 para SingularityU Chapter Lima, KPMG y la Universidad Continental.