“Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no sepan aprender, desaprender y volver a aprender.”
Alvin Toffler
La habilidad de aprender o learnability es un nuevo concepto que comienza a abrirse camino y se dice que es una de las aptitudes más buscadas en los profesionales.
En el 2017 Pilar Llácer Centeno, experta española en la gestión de talento y especialista en ética de los negocios, nos decía que "una persona debe estar al día de todo, estar constantemente aprendiendo, reciclándose, al margen de la edad". Por lo que la misión de los líderes en recursos humanos, además de sus muchas otras responsabilidades, es formar equipos con personas que sientan curiosidad, así como el impulso de seguir aprendiendo, convirtiéndose este aspecto en la actualidad, en una importante ventaja competitiva sin lugar a dudas.
No obstante, veamos con detenimiento qué envuelve la construcción de dicha habilidad, lo que implica para las personas que buscan desarrollarla y su relación con el entorno inmediato, las organizaciones. Observando de manera prospectiva, cada vez somos más conscientes de que nada de lo que sabemos hacer hoy probablemente valga mañana, es decir, la velocidad con la que cambia el mercado laboral nos conduce a valorar no solo la capacidad de aprender, sino de hacerlo de manera activa y continua, rompiendo esa zona de confort que nos envuelve en lo rutinario.
Learnability es una de las características personales más demandadas en este siglo XXI, por lo cual, algunos la consideran como la “habilidad del futuro” dado que tiene que ver con estar en sintonía con un mundo en constante cambio; por lo tanto, se puede decir que “es la capacidad para aprender nuevas habilidades a lo largo de la vida, y así permanecer empleable a largo plazo”.
Por su parte, José Antonio Marina, filósofo y experto en educación, señala que learnability es el deseo y la habilidad de aprender rápida y eficazmente. Asimismo, nos dice que los jóvenes que en este momento se están incorporando al mercado laboral tendrán que actualizar sus conocimientos y habilidades entre 10 y 14 veces a lo largo de su carrera. Ante este nuevo escenario entra en juego dicha habilidad.
Por lo anteriormente señalado, el aprendizaje como concepto toma protagonismo central en la explicación de learnability, debido a que en toda su amplitud, nace de una disposición personal, de una inquietud de quien se siente receptivo hacia su propio desarrollo; contando, por lo tanto, con tres aspectos que se interrelacionan en un todo: la inteligencia, la voluntad y también el corazón. En el ejercicio de aprender no solo se produce un movimiento intelectual, sino también un compromiso personal y una decisión afectiva, lo que se traduce en una capacidad de aprendizaje de nuevos conocimientos y el desarrollo de nuevas habilidades, es decir, se aprende a saber qué hay que aprender, cómo aprenderlo y sobre todo cómo aplicarlo.
A esto le sumamos de forma paralela el pensamiento positivo, lo que te proporciona un elevado nivel de motivación y compromiso hacia la superación personal. Solo de esa forma, nos podremos mantener actualizados, sin llegar a la obsolescencia, elevando nuestra competitividad en el entorno cambiante que nos toque vivir.
Además de la formación continua, las organizaciones actuales, si desean subsistir en el mercado deberán desarrollar una cultura empresarial retadora, or, definiendo protocolos que garanticen la igualdad de oportunidades y permitan gestionar la diversidad, finfomentando un clima laboral motivadalmente apostando por las tendencias novedosas de gestión de personas.
Sin duda alguna, el entorno influye, por lo tanto, hay contextos que facilitan y estimulan el aprendizaje, mientras que otros lo dificultan y disuaden. En esa línea, la capacidad que tenga la organización para poder facilitar este proceso de transformación se sustentará en la ética y los valores que hayan desarrollado
desde su concepción, visión e ideales a través del tiempo.
Así, por un lado estamos nosotros y nuestra predisposición para desarrollar learnability, y por el otro, esta nuestra organización, quien nos proveerá las herramientas y mecanismos para abrazar el lifelong learning o aprendizaje continuo, promoviendo el desarrollo de nuevas habilidades, apostando por el out of de box para poder mirar y pensar más allá de lo que conocemos y enriquecernos de otras realidades, del mismo modo, integrando una cultura digital que vaya de la mano con perfeccionamiento de nuestras habilidades emocionales y que cultive la proactividad como un valor institucional; es decir, que la organización promueva en general, la capacidad de aprender a aprender y por qué no, aprender a desaprender
Finalmente, como organización, es importante que se empiece a pensar en que deben situarse en posiciones que les permita desarrollar la flexibilidad y la habilidad para extrapolar conocimiento de una situación a otra. Como nos señala Neus Portas, fundadora de Learnability Hub “El mundo ha cambiado y necesita nuevos profesionales, longlife learners, que estén aprendiendo a lo largo de toda su carrera, y líderes dispuestos a redirigir el barco”.
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