De acuerdo al reporte Digital 2024 de We Are Social y Meltwater, los usuarios activos en redes sociales han superado los 5 mil millones. Además, un usuario típico pasa 2 horas y 23 minutos al día entre sus plataformas favoritas y el 39.9% de los usuarios afirma ver videos con el fin de aprender algo. Frente a estas impactantes cifras, ¿cómo aprovechar las redes sociales para mejorar el aprendizaje?
Este artículo explora el potencial de plataformas como Twitter, Facebook, YouTube, Instagram y TikTok para enriquecer el proceso de enseñanza-aprendizaje. Se analizan los beneficios clave, se abordan algunas consideraciones a tener en cuenta y se brindan estrategias prácticas para aprovechar al máximo estas herramientas en el ámbito educativo.
No, no son lo mismo. Se entiende por TIC al conjunto de aplicaciones y programas informáticos que permiten la recolección, almacenamiento y transmisión de información a través de medios escritos, auditivos o a través de imágenes. Puedes encontrar algunas reflexiones sobre los docentes y las TIC en este artículo.
Por otro lado, las redes sociales son estructuras creadas en internet por personas u organizaciones específicas, que tienen la particularidad de conectar de manera inmediata a un gran volumen de personas a través de vínculos digitales.
En la era digital actual, donde las redes sociales se han convertido en parte integral de nuestras vidas, su influencia e impacto en el ámbito educativo es innegable. Distintas investigaciones dan cuenta de que las redes sociales con fines educativos son utilizadas por la mayoría de estudiantes pero que aún la implementación por parte de los docentes es limitada.
A continuación, haremos un breve resumen del perfil de las principales redes sociales y cómo cada una puede ser utilizada con fines educativos.
Recientemente denominada “X”, permite escribir y leer mensajes con una extensión corta. Estos pueden tener como máximo 280 caracteres (inicialmente eran solo 140) y son conocidos como “tweets”. Estos mensajes pueden ser “retuiteados”, lo cual produce la masificación de la información.
Los temas más populares del día son conocidos como “trending topic”. Otro concepto importante es el “hashtag” o etiqueta, palabras o frases que comienzan con el símbolo #. Al dar clic sobre ellas, se muestran en tiempo real los mensajes de todos los usuarios que se han referido a dicho tema.
Un ejemplo del uso educativo de X es el que hace la RAE, quien a través de su cuenta en esta red social (@RAEinforma) orienta y responde dudas respecto al uso del idioma español bajo el hashtag #dudaRAE.
Una de las primeras redes sociales que alcanzó grandes niveles de penetración en el mundo. Permite la creación de perfiles personales a través de los cuales se puede compartir información de todo tipo (textos, videos, fotografías, etc.) con otros usuarios que previamente hayamos aceptado como “amigos”.
También permite la creación de “grupos”, comunidades bajo temas de interés común en las que todos tienen oportunidad de intercambiar y compartir información.
Es justamente en este último punto donde encontramos gran cantidad de aplicaciones educativas. Existen muchos grupos con fines educativos en Facebook. Por ejemplo: grupos de estudio para distintas asignaturas y niveles educativos, grupos de profesores y educadores, grupos de preparación para exámenes específicos, grupos de aprendizaje de idiomas, etc.
Se trata de un portal de videos diversos: videoclips, publicitarios, reportajes, entrevistas, etc. Estos videos se pueden compartir en otras redes sociales a través de enlaces; pero también permite la interacción de los usuarios mediante la sección de “comentarios” en cada video o la sección “comunidad” en cada canal.
YouTube tiene un gran potencial como herramienta educativa. No solo es una gran fuente de videos educativos (documentales, webinars, entre otros) sino que también hay una gran cantidad de canales dedicados a la enseñanza de diversos temas, como matemáticas, ciencias, idiomas, programación, etc. Estos canales ofrecen lecciones y tutoriales explicados de manera clara y visual. Algunos ejemplos son: Crash Course en Español y TED-ed.
Algunas universidades y organizaciones educativas utilizan YouTube para ofrecer cursos en línea completos, ya sea de forma gratuita o de pago.
Se trata de una red que facilita el compartir imágenes y videos de corta duración, añadir efectos especiales y textos escritos que las acompañen. Cuenta con la opción de “seguir” a los usuarios que se desee y también la de ser “seguidos” por aquellos que así lo deseen. Al igual que Twitter, permite el uso de “hashtags”, lo que facilita el agrupar la información por temas para facilitar el acceso de los seguidores.
Los estudiantes pueden emplear Instagram para seguir a expertos, investigadores y profesionales en sus áreas de interés e interactuar con ellos. Por ejemplo, alguien interesado en ciencias políticas podría seguir a @unapolitologa.
Instituciones educativas hacen uso de esta red social para publicar imágenes, infografías y videos cortos explicativos sobre diversos temas académicos. Por ejemplo, la @epgcontinental.
Los medios de comunicación también están presentes, compartiendo en formatos de corta duración las principales noticias del día.
Tik Tok tiene el promedio de tiempo por usuario en Android más alto de todas las plataformas sociales en el mundo, alcanzando unas impresionantes 34 horas al mes.
Si bien TikTok no está diseñado primordialmente con fines educativos, algunos usuarios y organizaciones aprovechan su formato de videos cortos y virales para compartir conocimientos y material educativo de una manera atractiva y accesible, especialmente para un público más joven.
En esta red social se pueden encontrar videos cortos que explican conceptos o temas de manera concisa y visualmente atractiva. También hay cuentas dedicadas a compartir consejos, técnicas de estudio, organización y productividad para estudiantes; como @studylikenat.
Entre los beneficios del uso de estas herramientas, podemos encontrar los siguientes:
Las redes sociales facilitan el trabajo en grupo, el intercambio de ideas, la resolución conjunta de problemas y la creación de contenidos de forma colaborativa.
Al ser plataformas multimedia, las redes sociales permiten compartir videos, imágenes, podcasts y otros recursos que enriquecen el proceso de aprendizaje haciéndolo más atractivo e interactivo.
Involucrar a los estudiantes en la creación de contenido educativo para redes sociales, como videos explicativos, infografías, etc. fomenta habilidades multimedia que serán muy valiosas para su futuro personal y profesional.
Debemos recordar también que el Proyecto Educativo Nacional al 2036 (PEN al 2036), elaborado por el Consejo Nacional de Educación y aprobado por el Estado peruano, señala entre sus propósitos el uso universal e intensivo de las tecnologías digitales.
Al respecto, menciona que “…El desarrollo de las tecnologías digitales ha abierto nuevas formas de interacción, aprendizaje y colaboración. El almacenamiento y procesamiento de grandes cantidades de información, la computación en la nube, el aumento del ancho de banda para transmitir datos, los flujos de información generados por tecnologías digitales que trascienden fronteras, así como las innovaciones relacionadas a la inteligencia artificial, forman parte de las tendencias de la transformación digital que atravesamos como sociedad”.
Además, el PEN al 2036 indica que “…La importancia que tiene la tecnología en la vida de las personas hace que no acceder a ella pueda convertirse en motivo de exclusión. Para propiciar que las tecnologías favorezcan la inclusión se debe pensar en la centralidad de las personas, en potenciar su participación, adaptar las tecnologías a sus características y diversos contextos, volverlas interoperables y facilitar su interconexión”. Dicho esto, resulta importante contextualizar el uso de las redes sociales en los procesos educativos, de manera racional y práctica.
Integrar las redes sociales en educación también conlleva algunos retos y consideraciones a tener en cuenta:
En el caso de trabajar con menores de edad, es necesario definir políticas claras sobre qué información personal pueden o no compartir en las redes sociales o solicitar autorización por escrito a los padres/tutores antes de publicar fotos/videos de los menores. En educación superior, el reto yace en aprender a separar y gestionar adecuadamente las identidades digitales académicas y personales.
Las redes sociales pueden propiciar distracciones, cyberbullying, contenido inapropiado u otros comportamientos que afecten el proceso educativo si no se usan responsablemente.
Las redes sociales tienen mucha desinformación o fake news, por lo que es clave enseñar a evaluar críticamente las fuentes.
Los profesores necesitan capacitación sobre cómo integrar pedagógicamente las redes sociales y mantener un entorno de aprendizaje adecuado en ellas.
Las redes sociales ofrecen grandes oportunidades para enriquecer y apoyar el proceso educativo. Comparto algunas estrategias que se pueden implementar:
Los docentes pueden crear grupos o comunidades en plataformas como Facebook para compartir recursos, debatir ideas, resolver dudas y fomentar el aprendizaje colaborativo entre estudiantes.
Se pueden encontrar y compartir videos explicativos, podcasts, presentaciones, infografías y otros materiales didácticos complementarios en las redes.
Aplicar dinámicas de juego mediante encuestas, trivias, desafíos, etc. para motivar y reforzar los conocimientos de forma lúdica.
Alumnos y docentes pueden seguir perfiles académicos, instituciones educativas o científicos reconocidos para acceder a información actualizada.
Las redes son una vitrina ideal para que los estudiantes muestren sus trabajos, portfolios y desarrollen su identidad digital.
Como hemos visto, si bien la aplicación de redes sociales en el ámbito educativo conlleva algunos desafíos; cuando se utilizan de manera responsable y con un enfoque pedagógico sólido, pueden ser aliadas poderosas para los educadores.
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