En los últimos años hemos sido testigos de diversos cambios a nivel global. Aunque estos factores plantean un gran reto para el sector minero, también son importantes impulsores para identificar riesgos y oportunidades.
Los conflictos medioambientales y sociales afectan los procesos mineros, incrementando los costos operacionales, de capital, financieros, etc. Esto puede generar paralizaciones temporales o incluso la suspensión de algunos proyectos.
Por ello, no sorprende que el reporte Top 10 business risks and opportunities for mining and metals in 2023 de Ernst & Young Global señale los criterios ESG como la prioridad en la agenda. ¿A qué hace referencia cada una de estas letras?
La E, Environmental, comprende el efecto directo o indirecto de las actividades mineras en el medioambiente. La S, Social, engloba el impacto que las empresas mineras tienen en su entorno social; con especial énfasis en las comunidades dentro de su área de influencia operativa. Finalmente, la G, Governance, considera aspectos del gobierno corporativo de la empresa, como las políticas de transparencia a su información pública, la composición y diversidad de su administración, los códigos de conducta, entre otros.
Dentro de los temas ESG identificados en el reporte, algunos de los más importantes son la administración del agua, la descarbonización, el cambio climático, la producción verde, la diversidad equidad e inclusión, la biodiversidad, la esclavitud moderna y el trabajo infantil.
Priorizar la administración del agua es crucial. Actualmente, el sector minero tiende a establecer objetivos generales en torno al uso del agua que a menudo no reconocen las compensaciones. Debido a esto, las tecnologías de ahorro de agua pueden llegar a consumir mucha energía. Revisar el nexo agua/energía y considerar un enfoque que contemple todo el ciclo de vida puede ayudar a las empresas del sector minero a limitar el impacto.
Si bien los criterios ESG mantienen el primer lugar; la geopolítica ha dado un salto importante al segundo.
Tanto la disputa entre China y Estados Unidos como la guerra en Ucrania han tenido un impacto considerable en el comercio de minerales y metales. Por otro lado, los nuevos gobiernos de países productores de los principales metales están afectando los planes y sostenibilidad a largo plazo de las empresas mineras.
Se debe tomar acción para mitigar estos riesgos y aprovechar al máximo las oportunidades que puedan presentarse; para ello, el sector minero debe realizar cambios significativos en su modelo de negocio actual. Un enfoque proactivo, holístico y diversificado, con foco en la estrategia y la planificación se hace más necesario que nunca.
¿Cómo prepararse para superar los retos mencionados? La respuesta es y siempre será la educación. Por ello, en la Escuela de Posgrado de la Universidad Continental hemos desarrollado la Maestría en Gestión de la Minería. ¡Solicita más información!
* Este artículo fue originalmente publicado en la revista Rumbo Minero