La estrategia empresarial se encuentra en constante evolución. En ese dinamismo, la teoría propuesta por el académico John Kay nos brinda un enfoque claro y estructurado para navegar el complejo mundo de la gestión estratégica.
En este blog post revisamos el concepto de características singulares, identificamos las principales y analizamos dos criterios claves para su aplicación en la estrategia empresarial.
¿Qué son las características singulares?
Las características singulares son atributos o cualidades que diferencian a una empresa de sus competidores. Estas características se desarrollan con el tiempo, y mientras algunas empresas nacen con ellas, otras deben esforzarse por cultivarlas.
Aunque a simple vista este concepto puede parecer sencillo, la realidad es que estas características raramente se crean a través de un proceso consciente. En muchas ocasiones, surgen de circunstancias inesperadas, combinaciones únicas de talento o incluso de momentos afortunados.
Debemos considerar que estas características no solo actúan como guía para empresas en su búsqueda de ventajas competitivas, sino también representan las fortalezas inherentes que deben ser reconocidas, cultivadas y aprovechadas.
Las características singulares en la estrategia empresarial
Las estrategias exitosas no son simplemente adaptativas o de oportunismo temporal; radican en la identificación y fortalecimiento de las ventajas inherentes que una organización ostenta. Estas ventajas son esenciales para la formulación de estrategias empresariales efectivas.
A continuación, abordamos estas características de manera detallada.
1. Arquitectura
Se refiere a la estructura de relaciones y redes que una empresa establece, tanto interna como externamente. Internamente, se traduce en las rutinas, procedimientos y la cultura organizacional. Externamente, se manifiesta en las relaciones con proveedores, clientes y otras empresas afines.
La eficacia de la arquitectura depende de su capacidad para adaptarse a cambios y facilitar un intercambio abierto de información. La clave aquí es que el conocimiento colectivo de una organización supera con creces la suma de los conocimientos individuales.
A modo de ejemplo, podríamos mencionar a Amazon y McDonald’s.
La arquitectura de relaciones y redes de Amazon es ejemplar en su enfoque centrado en el cliente. Su cultura organizacional fomenta la innovación y la agilidad, lo que les permite adaptarse rápidamente a los cambios del mercado y las demandas de los clientes.
La arquitectura interna de McDonald's, que abarca desde sus procedimientos de operación hasta su sistema de franquicias, ha sido fundamental para su expansión global. La uniformidad en sus operaciones y la relación con sus franquiciados son pilares de su éxito.
2. Reputación
Crucial para la percepción y la confianza del mercado, la reputación actúa como un mecanismo que transmite la calidad y la confiabilidad de una empresa a sus stakeholders. Es el resultado acumulativo de interacciones consistentes y de calidad a lo largo del tiempo.
Una reputación sólida puede reducir los costos de transacción y proporcionar una ventaja competitiva en términos de precios y lealtad del cliente.
Como ejemplo de una buena gestión de la reputación tenemos a Apple y Coca Cola.
La reputación de Apple por su diseño innovador, calidad y experiencia del usuario ha sido un componente esencial de su éxito. Los clientes confían en la marca para proporcionar productos premium y esto ha generado lealtad a lo largo del tiempo.
Por su lado, la reputación de Coca-Cola como una marca icónica y de confianza ha sido fundamental para su presencia global. La consistencia en su sabor y mensaje ha construido una fuerte conexión emocional con los consumidores.
3. Innovación
Aunque la innovación es un vehículo potente para la diferenciación, su implementación y gestión vienen con desafíos inherentes. Estos incluyen costos elevados, riesgos asociados y la dificultad de mantener exclusividad.
Como explicamos en este artículo, la innovación, para ser eficaz, debe ir acompañada de estrategias que aseguren su apropiabilidad y resistencia a la imitación.
Empresas que han sabido gestionar muy bien esta característica singular son Tesla y Netflix.
Tesla es conocida por su innovación en la industria automotriz, al liderar la adopción de vehículos eléctricos. Su enfoque en la tecnología, como la autonomía y la integración de software, ha sido disruptivo en un mercado tradicional.
Por su lado, Netflix revolucionó la forma en que consumimos contenido de entretenimiento al introducir el streaming en lugar de la distribución física. Su enfoque en el algoritmo de recomendación personalizada y la producción de contenido original también es innovador.
4. Activos estratégicos
Estos activos representan las ventajas derivadas de la posición o dominio de una empresa en el mercado. Pueden surgir de monopolios naturales, costos de instalación o exclusividad derivada de licencias, patentes y acciones estratégicas. Sin embargo, las ventajas basadas en activos estratégicos a menudo atraen la atención regulatoria y, por lo tanto, deben ser manejadas con cuidado.
Podemos encontrar ejemplos de una buena gestión de activos estratégicos en empresas como Microsoft y farmacéuticas.
Microsoft tiene una ventaja competitiva derivada de su posición dominante en el mercado de sistemas operativos y software de productividad. Su base de clientes establecida y su amplia gama de productos le otorgan una posición estratégica sólida.
Las compañías farmacéuticas, como Pfizer, poseen patentes exclusivas sobre medicamentos innovadores y tienen activos estratégicos valiosos. Esto les permite disfrutar de monopolios temporales y recuperar las inversiones en investigación y desarrollo.
De la identificación a la aplicación
En el ámbito empresarial, soñar y aspirar es fundamental. Pero es igualmente esencial ser realista. Aunque quisiéramos tener el poder de elegir y moldear estas características a voluntad, la verdad es que no podemos simplemente decidir qué características singulares queremos; más bien, debemos descubrir y reconocer las que ya poseemos.
Esta perspectiva introspectiva cambia la dinámica del modelo: en lugar de desear lo que no se tiene, es más pragmático descubrir y potenciar lo que ya existe.
Una vez descubiertas, no basta con tener estas características en papel o como un simple reconocimiento interno. Es imperativo aplicarlas al mercado adecuado. Deben ser implementadas, comunicadas y, lo más importante, valoradas por los clientes y stakeholders. La singularidad sin aplicación práctica y sin resonancia en el mercado carece de valor.
Finalmente, es esencial entender que, aunque la identificación de estas características es vital, el verdadero desafío no radica en identificarlas, sino en mantenerlas y fortalecerlas con el tiempo.
En un entorno empresarial que cambia constantemente, es crucial no solo descubrir la singularidad, sino también nutrirla y adaptarla a las cambiantes circunstancias del mercado; siempre teniendo en cuenta su sostenibilidad y apropiabilidad.
Sostenibilidad y apropiabilidad: dos aspectos críticos
Como mencionamos líneas arriba, la sostenibilidad y la apropiabilidad son dos aspectos críticos al momento de trabajar con el desarrollo e identificación de las características singulares.
Comencemos con la sostenibilidad. Más allá de simplemente identificar una característica que te distinga, es crucial que esta característica perdure en el tiempo.
Imagina tener una ventaja que, en cuestión de meses, se desvanezca debido a cambios en el mercado o a innovaciones de la competencia.
La sostenibilidad implica que estas características estén tan arraigadas en la cultura y operaciones de la empresa que, incluso frente a amenazas externas, se mantengan firmes.
Sin embargo, esta firmeza no significa rigidez. Las características singulares deben tener la capacidad de adaptarse, evolucionar y crecer sin perder su esencia.
Por otro lado, tenemos la apropiabilidad. Aquí estamos hablando de la exclusividad. No importa cuán innovadora o distintiva sea una característica si tus competidores pueden copiarla fácilmente.
La apropiabilidad se asegura a través de medios legales, como patentes o marcas registradas, pero también a través de la complejidad inherente de procesos y conocimientos que son difíciles de replicar. Es en esa dificultad donde radica su esencia; pues si fueran sencillas de replicar, perderían su valor intrínseco.
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