“El hombre no es más que lo que la educación hace de él.” - Immanuel Kant
La palabra educación proviene de dos vocablos latinos: “educere” (conducir de dentro hacia afuera) y “educare” (dotar de conocimiento). La historia de la educación es tan antigua como la propia civilización; se refiere al proceso de evolución de la enseñanza y el aprendizaje que se ha ido desarrollando en todas las épocas de nuestra historia y cultura, hasta la actualidad.
Educación, enseñanza y aprendizaje
Antes de pasar a reflexionar sobre las transformaciones que se deben dar en la educación, veamos un poco más a detalle la relación de estos conceptos.
Cuando hablamos de enseñanza nos referimos al proceso mediante el cual se transmiten los conocimientos generales sobre cualquier materia. Los procesos de enseñanza más antiguos se remontan al antiguo oriente. Países como la India, China, Egipto, así como la Grecia y Roma antiguas, marcaron la historia de la educación en la humanidad.
Los métodos de enseñanza se apoyan en las teorías del proceso de aprendizaje. Según la “Teoría del aprendizaje” del psicólogo suizo Jean Piaget: “...El aprendizaje es un proceso que solo tiene sentido ante situaciones de cambio. Por eso, aprender es en parte saber adaptarse a esas novedades”.
La educación es un proceso de enseñanza-aprendizaje. Emile Durkheim, sociólogo y pedagogo francés, hace énfasis además en que es un proceso social: “…la educación es un ente social: es decir, pone en contacto al niño con una sociedad determinada”.
Tanto los postulados de Piaget como los de Durkheim se ven reflejados en la historia de la educación. A lo largo de los años, los diversos modelos educativos han ido variando. Se han ido adaptando tanto a la realidad de cada época, con sus propias y peculiares necesidades, así como a los cambios de las sociedades.
En la época actual, la enseñanza se basa mayormente en la teoría y muy poco en la práctica. Para estudiar, los alumnos repiten mentalmente la lección y la memorizan; es decir, captan datos, pero no llegan a interiorizarlos. A su vez, los exámenes finales son en muchos casos el único o más potente método de evaluación.
Sin embargo, la emergencia sanitaria por COVID-19 nos empujó abruptamente a un nuevo escenario de aprendizaje y enseñanza en el que el uso de plataformas virtuales se convirtió casi en el único aliado para la continuidad del proceso educativo.
Transformaciones indispensables en el proceso de enseñanza-aprendizaje
Estamos atravesando, en pleno siglo XXI, transformaciones indispensables en los procesos de enseñanza-aprendizaje. El sistema educativo actual debe ser repensado. Nuestro rol como docentes, también.
La exposición oral de los docentes frente a los estudiantes ya no resulta suficiente; se necesitan diferentes y nuevas alternativas para alcanzar los objetivos de aprendizaje establecidos.
A su vez, a través de la tecnología, se produce un cambio de escenario, espacio y tiempo del proceso de enseñanza a su reproducción en diferentes momentos y espacios. Así, se avanza en la autogestión del aprendizaje por parte del nuevo estudiante del siglo XXI.
Se pasa entonces de un proceso de memorización de datos y hechos a un rol de uso de herramientas que acerquen el conocimiento a los estudiantes. Pasamos también del uso mayoritario de textos físicos, impresos, al uso de información multimedia.
La educación apoyada por las TIC es la manera correcta de innovar y de facilitar un aprendizaje que supla las necesidades individuales de los estudiantes, permitiendo que estos se enfoquen en desarrollar sus habilidades en lugar de adaptarse al sistema regular de enseñanza. El aprendizaje a través del e-learning es también una de las opciones más relevantes para lograr estos objetivos de manera correcta.
Por supuesto, lo anterior implica también la transformación del rol del docente, quien pasa de la función de reproductor de conocimientos a gestor de alternativas y medios. Pasa de ser “conductor” del proceso de enseñanza a ser un “acompañante” del proceso de aprendizaje.
Beneficios del uso de las TIC en la educación
Hace unos pocos años, los estudiantes solían desplazarse a sus locales institucionales para asistir a clases cargando gran cantidad de libros y cuadernos en sus mochilas. Por su parte, el uso de las computadoras se limitaba a las aulas de cómputo y los teléfonos celulares debían permanecer apagados, incluso había sanciones disciplinarias si estos eran usados en clase.
Sin embargo, la metamorfosis que ha significado la época de pandemia ha impulsado el uso de la tecnología para mejorar la experiencia de aprendizaje y enseñanza tradicional. Las nuevas tecnologías son ahora las protagonistas de los procesos de enseñanza y aprendizaje a nivel mundial.
Esto ha permitido, entre otras cosas, romper barreras de acceso tanto a contenidos como a la propia instrucción. A continuación, compartimos algunos puntos clave que ilustran la importancia de la inclusión de la tecnología en los nuevos procesos educativos:
- Hace posible la asistencia a clases desde cualquier ubicación física, favoreciendo la inclusión educativa.
- Permite dar seguimiento y la evaluación individualizada de los estudiantes durante el proceso de aprendizaje.
- Facilita la comunicación permanentemente entre docentes, alumnos y comunidad educativa.
- Fomenta que los estudiantes elijan su propio ritmo de aprendizaje.
- Brinda mayor flexibilidad al proceso de enseñanza-aprendizaje.
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